🌊 20. Asalto

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– ¡A esa velocidad podemos alcanzarlo! –gritó Jean.

– Esta vez no dudaré. Los mataré sin falta. A los tres –dijo Mikasa, molesta.– Y si se interpone, también a Ymir. Haré lo que sea necesario.

Armin sólo la observó nervioso, preocupado y algo asustado, y luego bajó la cabeza.

«Tn...», pensó.

Ymir abrió la boca, tomó a Christa y la sacó; ella tosió, respirando aire finalmente. Tn y Bertholdt giraron, mirándola.

– ¡Christa! –llamó él.

La rubia respiró y miró a aquella titán.

– ¿Ymir?

Ymir salió del titán.

– ¡Ymir!

La mayor tosió y la miró.

– Chris... –tosió.– No. Historia, siento haberte engullido de repente. Estás enojada, ¿No?

– Ymir... ¿Qué...Qué haces? ¡Vinimos a salvar-!

– ¡No es necesario! –interrumpió.– Tú quédate quieta. Iré con Tn, Reiner y Bertholdt. Y tú te vienes conmigo. ¡No hay futuro dentro de las murallas!

La menor exclamó sorpresa.

– Escucha, Historia, el mundo al otro lado de las murallas no es tan malo. Nadie dirá que ojalá no hubieras nacido.

– Imagino que los titanes no dirán eso, ¡Pero intentarán devorarme!

– ¡Todo el mundo tiene algún defecto! Si obvias eso, no son malos tipos.

– ¡Ymir, no entiendo nada de lo que dices o haces! Tn, Reiner y Bertholdt te amenazaron, ¿Verdad?

Todo quedó en silencio unos segundos.

– Es al revés –murmuró Bertholdt.

– ¡¿No es así, Ymir?! ¡Pelearé a tu lado, así que suéltame! Aunque no puedas contarme algo, pase lo que pase, ¡Yo seré tu aliada!

Ymir la miró con sorpresa.

– ¡Ymir! –llamó Bertholdt.– Mira, la Legión casi nos alcanza. Si hubiéramos huido desde un principio, podríamos haber escapado. Nos alcanzarán por intentar traer a Christa –cerró los ojos, asustado.– ¿Para qué nos esforzamos tanto, Ymir? –la miró de nuevo.– ¿Cambiaste de idea otra vez? ¿Ahora quieres mantener a Christa entre las murallas por interés? ¡Contesta, Ymir!

– ¡Escúchame, Ymir! –llamó Tn.– ¡Como dijo Bertholdt, podríamos haber escapado si no fuese por tu maldita culpa y tu obstinación de ir por Christa! –sacó una de las cuchillas del equipo, apuntándole.– ¡Ahora ni se te ocurra cambiar de opinión, o juro que te mataré y la mataré a ella también! ¡No jodas conmigo! –amenazó.

– ¡Ymir, suéltame!

– ¡No!

Christa exclamó sorpresa. 

– Historia...Si te soy sincera, te rapté...para salvarme –sonrió.– Hace tiempo le robé los poderes de titán a un compañero suyo. Sus poderes son absolutos. A este paso, me matarán. Pero si colaborara para entregarte a ellos, estos tres dijeron que intentarían que obviarían mis pecados. Porque eres del Culto del Muro y sabes qué secretos ocultan.

Christa exclamó sorpresa.

– ¿Es por mi familia?

– Sí –bajó la cabeza.– Cuando la situación cambió, creí que al estar contigo aseguraba mi futuro. Al estar a punto de morir en aquella torre, me harté de todo. Me da miedo morir. Quería salvarme de alguna forma. Soy lamentable. Aunque dije que lo hacía por ti, en realidad era por mi bien...Por favor, Historia...

Ocean Eyes 🌊 Armin ArlertDonde viven las historias. Descúbrelo ahora