🌊 15. Cristalizar

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Annie y Eren continuaron peleando mientras corrían por la ciudad, hasta que ella logró someterlo y comenzó a golpearlo y patearlo, endureciendo aquellos miembros para poder pegar más duro; cuando aquel dejó de moverse, la rubia se giró y continuó corriendo. El chico se levantó prontamente, corrió con furia, y pegó un grito, abalanzándose sobre ella para hacerla caer, sujetándola por el cuello con un brazo.


Todos veían la pelea con rostros de sorpresa.

– Eso es...

Mikasa llegó a aquel tejado.

– ¡Eren!

– ¡No! –la detuvo Hange, al verla dar unos pasos con intención de ir hacia aquel chico.– No sabemos si Eren puede reconocerte...

La pelinegra exclamó sorpresa, volteando el rostro hacia aquellos titanes que luchaban.

Annie y Eren continuaron forcejeando y luchando, hasta que ella logró liberarse de él arrojándolo contra un edificio; se levantó y corrió hacia la muralla, endureciendo sus manos y clavando sus dedos en ella.


– ¡El muro! –gritó Jean.

– ¡¿Acaso intenta escalarlo?! –gritó Hange con sorpresa, y comenzó a correr.


El castaño corrió hacia aquella chica y saltó, sujetándose de sus piernas; la mordió, para detenerla, y ella le dio una patada para arrojarlo al suelo, pero al hacerlo él le arrancó la otra pierna.


– No... ¡Va a huir! –gritó Armin.


– ¡No dejaré que lo hagas! –gritó Mikasa, subiendo el muro con el equipo de maniobras.

Saltó y giró, pasando cerca de aquella titán para cortarle los dedos de una mano, provocando que se solara; volvió a acercársele, cortándole los dedos de la otra mano Annie comenzó a caer. La pelinegra se paró sobre su frente.

– Annie...Cae.

Separó los pies de la cara de ella, quien cayó y se estrelló contra el suelo. La rubia giró, pero antes de moverse, Eren se le abalanzó encima de nuevo y la golpeó, arrancándole un brazo que salió despedido.


– Mierda... ¡Va a devorar a la chica! –gritó Hange, al ver como aquel abría la boca.

– ¡Eren, detente! –le gritó Jean.


– ¡Eren! –gritó Mikasa, quien seguía colgada de la muralla.


Eren abrió la boca y se agachó, acercándose a la nuca de aquella titán, clavó sus dientes en su piel y tiró de ella, dejando finalmente expuesta a la rubia chica. Annie tenía lágrimas cristalizadas en sus mejillas. Él se detuvo, mirándola.


– ¿Qué pasó? –murmuró Hange.


Algo pareció explotar desde la Titán Femenina, provocando una cegadora luz blanquecina y una onda de aire.


Todos cubrieron sus rostros con un brazo. Armin exclamó sorpresa.

– ¡¿Se están fusionando?!


Eren pegó un grito, al ver cómo los brazos de sus titán parecían fusionarse con el titán de aquella chica, y cómo un cristal se formaba alrededor de su cuerpo humano.


– ¡Eren! –gritó Mikasa.

Saltó hacia el suelo y comenzó a correr.


Levi llegó, saltó hacia el titán de Eren y cortó su cuello, dejándolo expuesto.

Ocean Eyes 🌊 Armin ArlertDonde viven las historias. Descúbrelo ahora