🌊 1. Puerta a la esperanza

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[Liberio, Marley]

La pequeña Tn estaba en cama ya. Su padre entró al cuatro, se acercó la cama y le acomodó las sábanas, para luego sentarse a su lado.

– Mi pequeña princesa –acarició su cabello.– ¿Crees poder obtener algún titán?

– No lo sé, todos mis compañeros parecen ser buenos...

– Ya veo. Bueno...puedes esforzarte más, ¿No?

– Sí.

– Hazlo. Tienes que mostrar tu valor, ellos nos perdonaron por los errores de tu madre.

– Sí, papá.

– ...Bien. Descansa.

El hombre besó la frente de su hija, tomó la lámpara y salió del cuarto, cerrando la puerta tras de sí. La pequeña suspiró y giró hacia un lado, pensativa.


Tn Hertz era una pequeña niña eldiana, hija de una enfermera y un militar. Vivía hace años sólo con su padre, pues su madre había sido "enviada al paraíso" tras descubrirse que pertenecía a un grupo de rebeldes: "los Restauradores de Eldia". Y ahora, ella debía recompensar a Marley el dejarlos vivos a ella y su padre, por eso se había unido a los guerreros.

[Día siguiente]

Tn estaba junto al resto de sus compañeros en aquel jardín, conversando con Zeke.

– ¿Se han enterado? Tienen planeado atacar la isla Paradis en unos años.

– ¿Eh?

– ¡Ya casi es el momento de que heredemos los titanes! –lanzó la manzana mordida a Marcel.– ¡Escogerán a seis de entre nosotros ocho!

Marcel le dio una mordida a la manzana y se la pasó a su hermano.

– ¡Por fin! –exclamó animadamente Reiner.– ¡Ahora podré ser un marleyense!

– ¿Ehh? ¿Cómo que por fin? Si dos se van a quedar fuera, está claro que uno eres tú.

– ¡¿Cómo dices?!

Porco mordió la manzana y miró a aquel rubio.

– ¿Cuál es tu punto fuerte?

– ¿Eh?

– ¿La fuerza? ¿La inteligencia? ¿La puntería? ¿La resistencia? ¿La habilidad de combate? Nada de eso, tú único punto fuerte es la lealtad que tienes hacia Marley. "Juro que masacraré a los demonios de esa isla, señor", ¿No?

Reiner frunció el ceño y sujetó la muñeca de aquel chico con brusquedad, provocando que suelte la manzana.

– ¡¿Te estás burlando de nuestra misión?! ¡¿O es que acaso eres un miembro de los Restauradores?!

– ¡¿Ahhh?!

– ¡Es eso, ¿Verdad?! ¡Estoy seguro! ¡Se lo contaré al Comandante!

– ¡Vete a la mierda, idiota!

Porco lanzó un golpe hacia su compañero, arrojándolo al suelo.

– ¡Desgraciado!

– ¡Porco, ya basta! –gritó, deteniéndolo.

– ¡Aquí todos odiamos a los de esa isla! ¡Espero que te diviertas esperando aquí los próximos 13 años!

El chico forcejeó un poco con su hermano hasta que logró soltarse, chasqueó la lengua y giró, alejándose molesto.

Ocean Eyes 🌊 Armin ArlertDonde viven las historias. Descúbrelo ahora