Capítulo 3

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Miro a mi familia que estaba toda reunida en mi habitación.

-¿Te llamas Asair, verdad?-. dice mi padre serio.

-Es Adair señor.- puedo notar lo cohibido que esta.

-Bueno-. carraspea-. Mi hija me informo de tu situación, pero me gustaría escucharla de ti.

-Antes de ayer fuimos a cazar con parte de mi manada, pero era la primera vez que lo hacía y sin darme cuenta me aparté, comencé a buscarlos pero tropecé cayendo colina abajo haciéndome estas heridas-. pausa un poco para tragar y me mira-. Cuando desperté ya era de noche, aunque no pensé que era tan tarde, comencé a caminar buscando mi manada pero llegué acá en donde me encontré con la Alfa, no recuerdo mucho después debido a que caí inconsciente según me contó la Señorita Vallolet-. quiero corregirlo por lo de señorita pero veo que trata de ser educado al frente del antiguo alfa, mi padre-. volví a estar consciente cuando ya estaba acá, lo siento por todos los problemas que les pude causar.

-¿Cómo recuerdas que estabas cazando si se supone que perdiste la memoria?-. dice mi padre escéptico.

-Cómo recuerda su nombre siquiera.-Esta vez habla mi hermano malhumorado.

-¿Acaso nunca han estado con una persona que perdió la memoria?-. se mete mi madre un poco molesta-. no es como que se olviden de todo ¿verdad?-. mira a Adair y él se sonroja.

-Tengo algunas lagunas mentales, recuerdo los lobos con los que estaba y sus caras pero no sus nombres ni de qué manada era, lo siento.- vuelve a mirarme pero no digo nada.

No puedo creer lo convincente que era.

Hasta yo me lo hubiera creído.

-No te preocupes mi niño-. mi padre y hermano gruñen-. ¡ay por dios paren ustedes! es solo un niño que no tiene donde caer muerto.

-No sabemos sus intenciones-. murmura mi hermano.

-¡Pero solo es un niño!

-Me da igual-. me mira y yo me pongo seria-. ¿en dónde está Alex? Debería estar acá para decidir si se queda o no.

-No hay nada que decidir, lo dejaré quedarse hasta que sus heridas curen, de él depende después si quiere permanecer más tiempo, por lo que Alex le está preparando la habitación-. miro a Adair queriendo explicar-. Alex es mi beta, si tienes algún problema se lo puedes decir a él y si es muy importante me pasara el recado.

-¿Y se quedará todo este tiempo acá?-. escucho un gruñido gutural por parte de mi padre al oír las palabras de mi hermano.

-No permitiré que duerma en la cama de mi hija por más tiempo-. lo mira severo y Adair se encoge solo un poco.

-Yo sigo queriendo que se vaya de la manada-. dice mi hermano-. ya cumpliste con socorrerlo y curarle las heridas, no puedes dejar que alguien, de dudosa procedencia, se quede.

-Si puedo y lo hago-. me levanto molesta-. ¿acaso no recuerdas cuando Jazmín se escapó? comencé la alianza por ella, esperando que mi hermana pudiera tener un lugar en donde estar, que la ayuden si lo necesitara, hice todo para asegurarme que donde sea que estuviera, estuviera de la mejor forma posible hasta que quisiera volver.- Mis padres me miran sorprendidos y es que nunca les comente la razón del porque la hice, solo Alex lo sabía porque era el mate de ella.

Recuerdo que escapó por haberse enojado conmigo al ser la mate de la persona que ella amaba y para no verle la cara a Alex quien era su mate y no Aaron.

Le recordábamos que había fracasado en todo, en el amor y ser alfa, se suponía que ella lo sería, pero al final la que obtuvo los genes de alfa fui yo.

Suspiro sabiendo que eso ya es pasado luego de 3 largos años.

Ella había vuelto, le había dado una oportunidad a Alex y al final los dos se hicieron felices hasta el día de hoy.

Se amaban de una manera que me hacía sentir envidia.

Vuelvo al presente al ver a mi madre llorar, yo solo suspiro.

-Lo mínimo que puedo hacer ahora es ayudarlo y esa es mi intención-. le tomo la mano a Adair para que sienta mi apoyo, notando como mi padre se muerde la lengua para no soltar algún insulto.

Nadie dice nada más así que les pido que se retiren para dejarlo descansar.

Escucho como suspira cuando nota que todos se van provocándome una risa por eso.

-Ahora descansa que a la tarde tendrás que ir a tu nueva casa, la compartirás con otros lobos en tu misma situación así que espero que no te sientas incomodo y mucho menos solo, le pediré al curandero que te ayude, así aprovecha de verte las heridas.

-Muchas gracias.- me acaricia la mano con el pulgar dándome cuenta recién que no le había soltado la mano.

"Que osada Vallolet, no te imaginaba así" dice mi loba de forma burlesca por medio de nuestro enlace.

La ignoro y me levanto para dejarlo solo.

Me paso todo el día en la oficina junto con Alex quien no me dice nada.

Al caer la noche me dirijo a mi habitación dispuesta a ducharme para acostarme pero al entrar noto como el olor de Adair se impregnó en ella.

Olía como caramelo.

Sonrío al sentir ese olor que me recuerda a mi infancia por algún motivo.

Sin poder evitarlo sigo el olor hasta donde se intensifica y caigo rendida a la cama sin ninguna intención de levantarme para bañarme.

Cierro los ojos unos instantes dejándome llevar por los brazos de Morfeo.

Esa noche dormí como nunca.

Permíteme enamorarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora