Entro a la oficina y noto que estaba Adair ya en ella con mi bolso.
-Hola alfa, espero que no le moleste que me tomara las atribuciones de ordenarle un poco las cosas que necesitaba para hoy.
Sonrío al ver lo energético que estaba.
-Muchas gracias Adair, pensé que llegarías después-. miro la hora y tenía aproximadamente 15 minutos extras-.¿desayunaste algo?-. niega tímidamente como pensando que lo retaría ¿me cree un ogro?-. si quieres puedes desayunar conmigo.
Al recibir una aceptación de su parte me dirijo hacia la cocina en donde pongo la tetera y saco el pan integral, receta de mi madre.
Lo tuesto mientras saco del refrigerador la margarina.
-¿Quieres margarina, mermelada, manjar o queso?- responde margarina y pienso que es porque ya la había sacado-. ¿quieres café?
Después de preparar los cafés, el de él con leche, me dispongo a sentarme a comer.
Pasan unos minutos en silencio, en donde solo se escuchaba como comíamos.
Lo miro y noto como ha cambiado desde la primera vez que lo vi, ahora tenía la tez más bronceada debido a que trabaja bajo el sol, su cuerpo estaba un poco más tonificado.
Su pelo era ondulado de color negro, tenia las pestañas bastante tupidas, largas, más que las mías, su nariz iba con la anatomía de su rosto al igual que sus labios finos, noto como levanta la mirada y se sonroja al verme.
Que lindos ojos tiene, bastante claros.
-Hace tiempo que no estábamos solos, desde que nos conocimos para ser exactos.
-Pues muchas cosas pasaron-. dice apresuradamente.- Muchas gracias por dejarme quedar.
-No tengo ningún problema, además todos te quieren acá-. muerdo mi tostada mirándolo y noto como se retuerce en su asiento-. la verdad es que si tengo un problema-. me mira asustado y yo me quiero reír por su cara-. ¡me molesta que me sigas tratando tan formal! me haces sentir tan vieja.- hago una pausa para después mirarlo sería-. ¿acaso me veo muy vieja?
Sabía que el trabajo avejenta a las personas, pero según yo me veía joven aun.
Escucho su carcajada y sin poder evitarlo me uno a él.
-Riéndose se ve mucho mejor-. lo miro mal y él levanta las manos disculpándose-. lo siento es que me cuesta.
-Tú me ves como un niño.
-Y tu vieja-. dice para molestarme
sonrío al notar que me tuteo
-¡Por fin!-. vuelvo a reír por mi exageración y él solo me mira de reojo mientras termina de comer.
Salimos de la manada en mi auto 5 minutos antes.
-No tiene-. se corrige inmediatamente al notar que lo miro de reojo-. ¿no tienes música?
Noto que hace mucho que no escucho y me sorprende.
Antes siempre escuchaba con Alex y cantábamos sin importar lo mal que lo hacíamos, nuestro lema era hacerlo con sentimientos.
Incluso bailábamos haciendo pasos raros compitiendo.
Le pido que saque la radio de la guantera y busca una emisora que tenga buena señal.
Golpeteo en volante relajándome un poco.
"Por fin" dice Artemisa.
Y yo sólo niego.
Llevaba esperando alrededor de 15 minutos para que nos pudieran atender.
Adair fue en busca de ayuda o algo así y vuelve un poco cauteloso.
-El encargado está en una reunión importante según ellos, así que como a las 2 de la tarde podemos volver.
Abro los ojos sorprendida ¡eran las 10:30 de la mañana!
-¿Me estas tomando el pelo? ¿quieren que espere casi 4 horas?
-Por mientras podríamos ir al mall o comer algo, recorrer por mientras-. me trato de calmar al escuchar las palabras de artemisa retándome "Él no tiene la culpa".
-No se en donde queda el Mall-. la verdad nos salía mucho del bosque, más que nada porque me sentía más cómoda allí, acá era muy ruidoso para los oídos de los lobos, además había mucha gente, sin mencionar de los autos que andaban desesperados.
Me guía al mall pero no me tentaba nada la verdad, prefería comprar ropa a la señora Martina quien las confeccionaba a la medida.
Recuerdo que una vez acompañé a mi madre donde los abuelos y pasamos al centro para comprar pasteles y me perdí viendo una tienda de juguetes, lo peor fue no poderla encontrar entre tantos humanos, su olor se camuflaba con el de ellos.
Al final casi me pega mientras lloraba atacada al lado de un oficial.
Por fin nos dirigimos hacia la distribuidora de artículos para la construcción después de vagar sin ningún rumbo en específico, cabe decir que no encontramos el mall que menciono Adair, hablando de él, por lo menos su compañía fue agradable y a el si le llamaba la atención todo lo que veía.
Gruño frustrada al notar que íbamos 15 minutos atrasados.
Al llegar nos informan que el "hijo de su mamá" para decirlo bonito ósea el señor con el que debíamos hablar se había ido a almorzar y que teníamos que esperar entre 20 y 30 minutos.
Me siento en el auto molesta sin tener ninguna intención de irme hasta que llegara el señor pero soy sacada de mi mente por la voz de Adair.
-Así que ¿Cómo estaba tu sueño?-. señala la mancha seca de saliva en su polera.
-¡Adair!-. me sonrojo de la vergüenza y él solo se ríe de mí.
Nos habíamos aburrido de caminar y por "nos" me refería a mi, por lo que volvimos al terreno a esperar quedándome dormida en el Jeep, en donde al parecer estaba tan cansada como para babearle el hombro, aunque él decía que estaba cómoda.
Parece que estábamos teniendo más confianza.
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Permíteme enamorarte
WerewolfOdiaba cuando causaba que mi corazón diera un brinco. Siempre me atacaba con palabras tiernas y miradas significativas que me confundían, no quería enamorarme y que después me deje cuando encuentre su mate, él aún era pequeño para poder entenderlo...