Tomo la perilla de la puerta pero sus frías manos me detienen a irme.
-¿Podemos reunirnos a las 5?
-¿Mañana?-. me giro para entender lo que me quiere decir, veo como niega-. ¿ 5 de la mañana?-. Abro los ojos sorprendida.
¿por qué a esa hora?
Como siempre de alguna manera lee mis pensamientos y me dice:
-Tengo que mostrarte algo y te lo contaré todo-. afloja un poco su agarre notando como le tiembla la mano-. Allí decides si me quedo o no.
Intento mirarlo a los ojos pero corre la mirada.
Salgo de la habitación sin decir nada.
Miro el techo de mi habitación tratando de saber lo que me quiere contar, imaginando las excusas que tendrá.
"Solo hay que esperar Vallolet, ten paciencia" dice Artemisa.
Quería saberlo, quería que se quedara en la manada pero tenía que estar alerta si es que no era una mentira lo que me dijera, no podía verme la cara de estúpida otra vez.
Si me mentía lo echaría inmediatamente de esta manada.
Me quedo un par de horas más pensando en él, en cómo ha cambiado mi forma de actuar, de pensar, en cómo se acopló a la manada de forma tan espontánea y natural, como si perteneciera desde un principio acá.
Miro la hora y me doy cuenta que eran las 4:20 por lo que me comienzo a alistar abrigándome para salir.
Camino lentamente por la manada, de todos modos iba antes, miro como todas las casas estaban con las luces apagadas, apenas había ruido de no ser por los grillos y el viento que hacía sonar las hojas de los árboles.
Miro la luna y recuerdo el sueño que tuve ya hace tiempo.
Siento como mi corazón se agita por lo que intento pensar en otra cosa.
Al llegar a su casa noto que estaba sentado en uno de los peldaños del piso.
Al sentirme se levanta lentamente sin despegar los ojos de mi.
Al quedar al frente de él solo camina en dirección a la profundidad del bosque, sin saber mucho, lo sigo.
Llegamos al santuario y se posiciona al costado de uno de los cinco pilares.
Al verme noto tristeza absoluta en sus ojos.
-Cuando era pequeño vivía con mi madre y padre en una pequeña casita, nuestra manada no alcanzaba a llegar a cien lobos pero no nos importaba, todos éramos felices a pesar de ser un poco pobres. No recuerdo muy bien porqué ni cómo pero una manada nos vino a atacar por lo que todos tuvieron que ir a guerra, a los niños nos encerraron en la casa del alfa junto con mi madre y otras personas que eran humanas-. traga saliva cerrando los ojos-. solo recuerdo escuchar gritos y a mi madre pidiéndome que corriera... al parecer habían matado a todos, habían podido entrar a la casa del alfa.- se muerde el labio mirándome casi llorando-. mi madre peleó con lobos por mi, para dejarme huir a pesar de ser humana.
-¿Por qué me-. como si no me escuchara sigue contándome. Podía sentir mi corazón apretado.
-Yo aun no me podía transformar solo tenía 6 años por lo que me demore 2 días en llegar a la manada más cercana a la mía, que bueno, ya tu sabes cual es-. abre los ojos y corre la vista mientras camina hacia el centro del santuario-. al principio no me quisieron dejar entrar pero después cambiaron de opinión y me aceptaron a cambio de trabajo sucio, todo lo que ellos no querían hacer yo lo hice. Eso hasta los 12, fue allí cuando me pidieron que fuera a limpiar los calabozos. Al llegar me encerraron y comenzaron a torturarme, no supe quién o porqué, hasta que ya no podía más. Me inyectaron un líquido espeso que quemaba mi piel, literalmente-. veo como corre una gota por su frente y lo miro atenta, sin poder decir nada.- Fueron los peores años de mi vida, los primeros días tenía fiebre, delirios, vómitos y convulsiones pero todos los días sin excepción me inyectaron eso-. muestra su muñeca y me tengo que acercar para poder ver lo que me estaba mostrando. Noto una pequeña quemadura de color morado-. Esto me quedó después de muchos años, fue allí donde me inyectaban el líquido.
Gimo sin despegar los ojos de esa marca.
-Pase 3 años allí, no veía el sol, ni siquiera veía algo, estaba sumido en oscuridad, apenas me alimentaban pero no me moría de hambre. Después me liberaron y fue allí cuando intenté escapar pero no me dejaban, golpeándome hasta quedar inconsciente. Mi cuerpo tuvo las consecuencias.
Se levanta la camisa y yo ahogo una exclamación.
Su cuerpo tenía por todas partes quemaduras, heridas y cicatrices al rojo vivo.
-Pero qué mierda-. logro articular. Me aproximo hacia él y noto que mientras más me acercaba se veían peor.
Eso no lo tenía en su casa, era imposible no notarlo.
-Esto solo se logra ver bajo la luz de la luna-. la mira y llora sin poder aguantarlo más-. duele, es como si me las volvieran hacer una por una, mi piel arde y siento como si en cualquier momento se desprenderá de mi cuerpo-. me mira llorando desconsolado-. Yo no sé porque experimentaron conmigo así, ni siquiera sé si hay más personas con las que lo hicieron, pero duele-. veo como comienza a hipear sollozando emitiendo pequeños gemidos mezclados con gruñidos.- no quieren que nadie se entere de lo que hacían o de lo que me hicieron por eso me perseguían para eliminar la evidencia.-sonrie de lado con tristeza-. hasta fueron capaces de cubrir el daño quedando a la luz solo por la luna de las madrugadas.
recuerdo sus heridas la primera vez que lo vi.
Era como a esta hora.
Se vuelve a poner su camiseta y suspira, ya no podía ver las marcas.
-No te quería contar esto porque no quería verte llorar-. limpia una lágrima que solté sin darme cuenta. Su mirada era dulce pero triste.
¿Por qué dudé de él?
-¿Puedo abrazarte?-. digo con un hilo de voz.
Él suelta más lágrimas, su labio inferior tirita pero asiente con la cabeza como si no pudiera decir nada, solo abre los brazos dejándome abrazarlo.
Lo estrecho en un abrazo notando como me sacaba una cabeza, quedando la mía un poco más arriba de su pecho, casi en su clavícula.
Me apoyo sintiendo sus latidos frenéticos.
¿Quién es capaz de herir de tal forma a un niño de solo 12 años?
Siento su olor, lo abrazo un poco más fuerte teniendo miedo de hacerle daño pero al parecer a él eso le gusta apegándome a su cuerpo.
Baja su cabeza hasta mi hombro en donde apoya su frente.
Respira hondo intentando regular su respiración o eso creo.
Cuando pienso que se va a alejar noto como inhala profundamente cerca de mi cuello, bastante cerca, de tal forma que podía sentir la punta de su nariz rozando la piel de esa área.
Mi corazón comienza a latir rápidamente y el ronronea como si lo escuchara.
Antes de separarse deja un beso en mi cuello cerca de mi clavícula causándome mariposas.
Al verlo me sonríe levemente notando mi sonrojo pero yo también noto el de él.
Después de eso nadie dijo nada y yo solo me dirigí hacia la casa, de lo único que estaba segura es que no dormiría.
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Permíteme enamorarte
WerewolfOdiaba cuando causaba que mi corazón diera un brinco. Siempre me atacaba con palabras tiernas y miradas significativas que me confundían, no quería enamorarme y que después me deje cuando encuentre su mate, él aún era pequeño para poder entenderlo...