Capitulo 14: La casa del lago.

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Violet

No sé en que lugar me encuentro, el chico de ojos grises me ha sacado por fin de mi habitación, trayéndome a un lugar donde hay una enorme casa con un lago al lado.

Desde que salí de mi habitación todo lo que he visto me ha parecido increíble, como si estuviese en un mundo diferente, y las cosas que veo son de una realidad alternativa.

Se que he salido antes de mi habitación, pero lo que ahora ven mis ojos, es magnífico, todo aquí es hermoso. Solo que no puedo borrar nada de lo que sucedió anoche de mi cabeza. Lo que le da un toque de tristeza a todo esto.

El chico de ojos grises, me dijo que no trajera ninguno de esos vestidos con los que suelo vestir. Pues él me dará ropa nueva con la que veré más como soy en realidad. No pude evitar emocionarme y, a la vez sentirme mal por Víctor quién de seguro estará triste por mi partida. Pero no quería seguir encerrada, no quería seguir en ese lugar donde por tener un poco de envidia hacia mi pagaron a alguien para violarme.

Por otro lado, el chico de ojos grises no ha querido quitarse esa máscara, dice que se la quitará en cuanto los demás estén aquí.

Me dejó en un lugar lleno de muebles, para subir por unas escaleras a buscar a los demás. Dijo que habían más personas, que eran igual a nosotros, y que con ellos estaré mejor que en mi casa.

Me levanto de los muebles para curiosear un poco, en las fotografías que hay en algunas  estanterías que se encuentran en la sala.

Hay una fotografía en la que se encuentran tres chicos y dos chicas. Una de las chica tiene el cabello de color negro azabache, al igual que toda su ropa. Usa una blusa de mayas, con la que puedo ver su sostén negro, tiene un short corto y unas botas negras. La otra chica es el contrario de ella, toda su ropa es roja, al igual que su cabello,  y todo lo demás. Solo que está no tiene blusas de mayas ni shorts, sino un vestido rojo, labial rojo, y zapatillas rojas...

- ¡Hola! - exclama alguien detrás de mi haciendo que de un salto por el susto. Cuando me giró para ver quién ha sido el que ha saludado, me encuentro con un chico de cabello azul, ojos azules y, ropa totalmente negra. Ethan.

Me quedo mirando a Ethan a los ojos sin poder desviar la mirada de él. Nos quedamos mucho tiempo así, en lo que yo aprovecho para detallar cada parte de su rostro y ver si realmente es Ethan o me los estoy imaginando. Hasta que escucho a alguien carraspear la garganta detrás de él.

- No se si te haz dado cuenta, chica. Pero nosotros también existimos - dice un chico de tez pálida, de ojos oscuros, cabello castaño y es más alto que el chico que se encuentra frente a mí.

- H-hola - digo torpemente.

- ¿A quien se le ocurrió liberar a esta estúpida? - pregunta una chica en tono aburrido.

Cuando logró visualizar bien, reconozco la chica. Es la que está vestida totalmente de negro en la fotografía.

- No seas así, Zoey - dice Ethan -. Ella no es muy buena tratando con las personas.

- ¡Ja! - exclamó atrayendo la atención de todos - Lo dice quien entro gritando como loco a mi habitación - digo con sarcasmo.

- ¿Ya se conocen? - pregunta una pelirroja.

- Si. El es mejor amigo de mi hermano mayor - respondo con aburrimiento.

- Bueno, bueno. Hablarán de eso luego, primero le presentaré a los chicos - dice el chico de ojos verdes -. Esta es Zoey, no te metas con sus cosas o acabarás mal, es muy posesiva con lo que es de ella y odia que toquen sus cosas.

- Ya sabes, niña. Aléjate lo más que pueda de mis pertenencias - dice amenazante señalándome con su dedo índice.

- Esta es Rossana, pero prefiere que le digan Ross - dice señalando la chica de ojos color avellana, con ropa de color rojo -. Es la única que parece ser mal normal en este lugar, pero no te confundas. Es igual o peor que todos nosotros.

 La noche de la luna negraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora