Su Nombre es Poema (TGWNWAP versión castellano)

V. Así Lo Resuelven Los Caballeros (Segunda Parte)

Buen día para ustedes. nobles lectores de las tierras de Wattpad que han sido cordialmente invitados a este baile de lectura *con cara de mayordomo esnob* Aquí os presento con todo el honor y la pompa que tan ilustre atracción merece (¿egocentrismo? ¿dónde?); la segunda parte de tan esperado capítulo. en el que tendremos el placer de disfrutar de la terapia grupal de nuestros queridos personajes.

Cómo siempre, los invito humildemente a comentar sus opiniones, y si así os place, votar también. Vuestras palabras respecto a lo acaban de leer siempre arreglarán los valles de mi alma. De lo contrario...*extrae un cuchillo y sonrie psicópatamente* alguien morirá.

Muajajaajaja , ya no, en serio, no atentré contra la vida de nadie, pero saben cuanto significa para mi sus comentarios y reseñas, asi que no sean tímidos que de mi no recibirán más que gratitus, amor y polvos de hada <3

PD: Dedicado a DeisyVillasanti para agradecerle por su voto :) Significa muchísimo para mi.

Devnet era consciente de que no sería capaz de mirar a cualquiera de esos hombres a la cara mañana por la mañana, pero mientras bailaba para ellos, girando y arremolinándo sus faldas a su alrededor encaramada en la mesa, le importó un comino. Los hombres aplaudían a su alrededor, silbando y vitoreando como muchachos. El cabello de la muchacha giraba abrazando su cintura con gracia y acariciando su cuello. La chica zapateó en puntillas de pie con gracia, aplaudiendo mientras miraba por encima del hombro seductoramente a su público.

Cuando el mundo empezó a girar a su alrededor y comenzó a perder su sentido de la orientación, finalmente pidió a Quintus que la ayudara a bajarse de la mesa. Posó un beso fugaz sobre los labios del hombre, juguetona, y luego se dejó caer en una silla que otro centurión había sacado para ella. Los soldados romanos se aglomeraron sobre ella en un instante, bañándola con elogios e intentos coqueteo. Sabiendo que los tenía agarrados con su dedo meñique, la pequeña mujercita sonrió dulcemente, batiendo sus pestañas con deseo.

-Caballeros-anunció, alzando las manos para pedir silencio a su alrededor-Con tanto baile me ha dado sed. ¿Quién podría ser tan amable de traerme un vaso de cerveza? -.

Los centuriones tropezaron entre sí en dirección al mostrador, peleándose por conseguir lo que ella había pedido. Oh, a pesar de que Devnet disfrutaba de ser el centro de la atención, se había estado muriendo de ganas por deshacerse de ellos. Si bien no todos los romanos eran tan aburridos y ostigantes, Quintus y compañía resultaron ser más de lo que podía soportar.

A esas alturas, la joven mestiza era consciente de que estaba sumamente borracha. Creía ver el mundo como através de un sueño, balanceándose ligeramente ante sus ojos. También se sentía ligera como un pájaro liberado de su jaula, pero sabía que eso era sólo por el alcohol. No era ninguna ave y sus sentimientos no eran una jaula de la que se pudiera salir tan fácilmente.

Una sonrisa estúpida jugueteó con los labios. Comenzó a lanzar miradas lujuriosas a un chico que estaba atendiendo por la taverna, sin ser muy consciente de lo que hacía, casualmente retorciendo su cabello alrededor de un dedo, cuando alguien la agarró firmemente por la muñeca y la arrastró lejos del lugar.

-¿Qué? ... Pero si eres un ... ¡Suéltame! -.

Se liberó violentamente de las manos de Lancelot. Le dolía la muñeca mientras se la retorcía en su mano para conseguir qu la sangre circulara de nuevo. Estaban en medio de una calle estrecha, pobremente iluminada, y la tenían para ellos solos. A pesar de su enojo, el corazón de Devnet martilleaba dentro de su pecho por algo que no tenía nada que ver con la rabia.

-¿¡Qué diablos pasa contigo!?-le espetó al hombre. Era la primera frase que le dirigía en semanas.

Los ojos de Lancelot brillaban peligrosamente bajo la escasa luz del callejón.