XVII. Al Umbral del Destino

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¡PORFIN! Después de casi un mes de espera, por fin les traigo el siguiente capítulo. Les pido mil disculpas por el retraso, me atacó el monstruo del bloqueo y fue terrible, terrible. ¡Pero sobreviví! Y aquí está finalmente el resultado, espero que lo disfruten mis querubines y querubinas en tanga.

Como siempre #NoALosLectoresFantasmas, que esos son para castillos y mansiones abandonadas, porfavor dejen sus votos y comentarios porque los amo y pues porque me alegran el día. Besos <3

Dedicado en honor a AnneVanSanten, que sucumbió bajo la horda de lectores enfurecidos tras su capítulo más reciente de Mystic King....que en paz descanse.

PD: Y una especial mención a LBSilva y a Dimka y Ann porque me salvaron con su ayudaO.O ...MUCHO.

El cielo pasó de gris a lila, y de morado a azul, hasta que finalmente se decidió por un tono cercano al negro a medida que la noche se extendía sobre las tierras de Britannia. La fortaleza de Badon Hill se sumió en una inquieta vigilia. Los sajones llegarían mañana, de eso no había duda, y puesto a que la última guarnición romana en la zona partía cuándo antes junto al obispo Germanus y Alecto Honorius, los habitantes del pueblo corrían de aquí para allá, preparándose para irse con ellos, ya resignados al hecho de que el lugar caería a manos de los invasores.

Para los sármatas, por fin liberados, mañana no era demasiado pronto para salir de ahí. En una sola noche arreglaron todo para partir al día siguiente junto al resto. Por fin darían la espalda a esa vida y tratarían de no volver a pensar en ella por el resto de sus días.

Y Devnet estaba atascada en el hecho de que las últimas horas de esa vida se alejaban veloces, y aún una parte de ella se resistía abandonarla. Iría con ellos, pero más por el hecho de que aparentemente no le quedaba otra opción, que porque estuviese verdaderamente convencida de que aquello era lo que quería. La chica sabía que los pictos se estaban reuniendo en el bosque al norte del Muro para la próxima batalla, dispuestos a luchar y morir si fuese necesario por aquello que les pertenecía desde principios de la estirpe. Esa sola idea la tenía mordiéndose las uñas, hábito que ni siquiera había padecido antes; porque podía sentir el tirón de los hilillos invisibles que parecían incitarla a unirse a la batalla del Pueblo Azul, aunque sabía que aquello sería una total demencia.

Los hombres se habían reunido en la mesa de siempre en la taberna, por última vez, en memoria de Dagonet. Recordaban con una mezcla de alivio y una extraña sensación de nostalgia, los últimos quince años de sus vidas, y cómo, aunque odiasen admitirlo, esa tierra los había forjado como individuos y como grupo de hermanos. Juntos habían experimentado más de lo que un hombre normal experimentaría solo a lo largo de toda una vida.

Cuando Devnet se sentó a escuchar historias de todo tipo, algunas ya conocidas y otras de las que no había sido parte; no pudo entender cómo podían dejar todo aquello atrás con tanto desapego y dispersarse por los vastos rincones de Europa del Este, quizás para no volver a verse jamás. Tal vez todos viajarían juntos por un tiempo, al menos hasta los límites de Sarmacia, pero luego, cada uno partiría por su lado, pues aquel país era inmenso y cada uno de ellos provenía de diferentes territorios. ¿Así de fácil acabaría todo? ¿Se perdería en el vacío, como si aquellos años nunca hubiesen sucedido; nada más que un mal recuerdo olvidado en la distancia? ¿Qué había de los buenos momentos que habían compartido? Los mismos que estaban recordando ahora, sentados frente a sus jarras de cerveza, como habían hecho cada noche durante los últimos quince años; a veces siendo más, a veces siendo menos, pero siempre ahí.

De repente Devnet fue incapaz de soportarlo más. Se apresuró a acabar su bebida y saltó del regazo de Lancelot un poco más bruscamente de lo que había pretendido.

Su Nombre es Poema (TGWNWAP versión castellano)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora