XXI. El Primer Ataque

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Pues llegó el momento de la verdad, el principio del fin, el rayo que precede al trueno, el...ustedes me entienden. ¡Sé que no me canso de repetirlo, pero queda tan poco! Si todo sale bien y no me veo obligada a dividir capítulos, no nos quedan más que tres, y el epílogo. Sólo pensarlo se me pone la piel de gallina.

Como siempre, no se olviden de dejar sus votos y comentarios, que me alegran el día. ¡Disfruten del capítulo!

Dedicado a rousams en agradecimiento por su voto <3

-¿Quieres subir allá?- la voz de Guinevere arrancó a Devnet de su estado aturdido, haciéndola parpadear varias veces antes de apartar la mirada de las figuras de los caballeros recortados contra el cielo en la cima de la colina, junto a Arturo. Gwen sonreía-Ve si quieres. Puedo hacerme cargo de los guerreros por mi cuenta un rato-.

La idea era tan tentadora que le dolía el corazón, pero Devnet sabía que había cosas más importantes en las que concentrarse en esos momentos. No sería capaz de liderar el ataque sin la cabeza fría.

-No-repuso la pequeña mestiza, totalmente convencida. Desvió los ojos hacia la escena en la colina una vez más antes de volver a mirar a Gwen con una media sonrisa-Mi lugar está aquí, con nuestra gente. Además, es mejor tener algo por lo que esperar después de la batalla-.

Guinevere tuvo que admitir que las palabras de Devnet la sorprendían. Había esperado que su prima saliera corriendo cuesta arriba al minuto de haber visto a los caballeros en la cima de la colina con Arturo. Todos esos años Devnet había hablado de ellos como si fueran su única familia real. Una punzada de culpable alegría recorrió las venas de Gwen cuando Devnet se negó. Estaba empezando a gustarle tener su prima cerca.

Enyak no parecía impresionado, aunque sonrió por un instante fugaz, tan rápido que Guinevere casi pensó que lo había imaginado.

-Hablando de lugares ¿No deberías estar al otro lado del campo con tus hombres? -la picta arqueó una ceja hacia su hermano.

Enyak resopló y luego hizo una reverencia burlona a las dos mujeres frente a él-Ya no las molestaré más con mi presencia entonces, hermana-le contestó con sarcasmo, empezando a caminar de espaldas hacia el campo-Te veré después de nuestro pequeño y agradable encuentro con el los sajones-.

Les hizo un guiño sardónico, haciéndolas reír, antes de desaparecer entre el humo.

Las dos chicas lo vieron partir con un leve miedo por su seguridad. Ninguna dudaba de las capacidades del nieto de Merlín en batalla, pero sus lazos de familia con él sembraban intranquilidad en sus corazones, incluso en el de Devnet, que desde luego no era tan cercana a Enyak como su propia hermana.

Desde el otro lado del Muro, se oían los amenazantes tambores sajones de nuevo, pero además, las mujeres y sus guerreros distinguían también el eco de los pies de un ejército marchando hacia ellos.

Guinevere acarició el plumaje de la flecha que sostenía en el arco, mirando a su prima por el rabillo de sus ojos oscuros-¿Lista para la batalla? -.

Devnet cerró los ojos y respiró hondo aunque el aire estuviese lleno de humo, antes de abrirlos de nuevo-Tan lista como se puede estar, primita-.

***

Desde lo alto de la colina, Arturo y sus caballeros vieron como una pequeña del ejército sajón se separaba del resto e iniciaba la marcha hacia las puertas del Muro, golpeando sus escudos redondos con sus lanzas, al coro de sus gritos de guerra.

Arturo clavó con fuerza su lanza en la tierra y avanzó con su yegua hasta estar unos pasos por delante de sus hombres. Un feroz fuego verde le refulgía en los ojos, y su mandíbula se tensó con porte frío y orgulloso. Cuando habló, su tono fue severo, claro y sin miedo. Era la voz de un líder natural, y como líder, sabía exactamente qué decir para motivar a sus hombres.

Su Nombre es Poema (TGWNWAP versión castellano)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora