Capítulo 10

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-¿Qué?

- ¿Disculpa?

- ¿Qué ?

- ¿Qué hiciste que?

- Megan, ¿el seguro no te paga las consultas médicas? deberías ir a buscar un arreglo para sordos, no se si cada vez estás más sorda o es que te estás volviendo más estúpida- voy a ignorar ese comentario porque él me defendió, de verdad lo hizo.

Pero en el camino te trató como perra.

La intención es lo que cuenta.

No, no es lo que cuenta, este hombre no es para ti, pero tu nunca me haces caso. Él te esta utilizando, recuerda todo lo que te dijo en esa oficina. Por el amor a Dios deja de humillarte, dejas que ese hombre te utilice, te pisotee y  luego lo dejas volver como si no hubiera hecho nada malo, eres una estúpida.

Dejé mi lucha interna para volver en si.

- No estoy sorda ni mucho menos soy estúpida, es solo que es nuevo que me defiendas... fue... muy lindo de tu parte...

- ¿Qué?

- Ya veo que el que necesita ir a chequearse los oídos eres tú- me reí, pero este solo se concentro en mis senos, los cuales estaban saltando por mi risa escandalosa - Ya veo el divertido que le encuentras a llamar sordo a otros- vuelvo a carcajearme, tal vez no es tan gracioso, pero para mi lo es, pues estoy tan ebria que puedo ver a un duende en la cabeza de Alek bailando macarena.

- Dale a tu cuerpo alegría Macarena

Que tu cuerpo es pa darle alegría y cosa buena

Dale a tu cuerpo alegría, Macarena
Hey Macarena!!.

- Estás loca mujer.

- ¡Pero loca por ti!- cuando lo escucha se tensa un poco, pero luego se ríe.

Ya no te queda dignidad

Hasta él se esta riendo de ti,

Que patética eres.

- ¿Por quién estás loca ?

- Por el maldito magnate, hay pequeño duende, es una historia tan larga, pero ese hombre me trae loca, no, perdón, loca es poco, cuando estoy con él es como....- me interrumpe con un beso feroz.

- Cállate pequeña loca- y me vuelve a besar, es un beso necesitado, como si estuviera esperándolo mucho tiempo.

- Alek, yo te qui...- me interrumpe.

- Cállate, no digas estupideces - me carga y me lleva directamente a la cocina, no entiendo por qué  hasta que me sienta en la meseta - es hora de estrenar ésta cocina.

Luego de esas aclaradoras palabras se bajo el pantalón y arremetió contra mi. Era BIA (brusco, imparable y agresivo)

Cada penetración se volvía mas brusca cada vez y eso en un punto dolía, pero este se distorsionaba por el gran placer que Alek me daba.

- ¿Eres mía ?- no respondí, la excitación era mucha, no estaba concentrada, esto era increíblemente bueno.

-¿ Eres mía ? - volvió a preguntar, pero a diferencia de las otras es que me dio una estocada demasiado dura, pude sentir como su pene chocaba con mi pared vaginal y eso era increíblemente excitante.

- Ssi soy tuya - dije con dificultad, mi cuerpo estaba a punto de estallar - al igual que tú eres- me tapo la boca con mucha fuerza y sin parar pude sentir como el llegaba a su orgasmo, al igual que yo ambos tuvimos un orgasmo arrasador.

Alek Gelman +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora