All I Want [Español]

(1) #miedo #terror #ozuna

Ellie

Odiaba mi cuerpo, mi risa, mi personalidad, mi egocentrismo.

Odiaba muchas cosas de mi, pero, una de las que más podía destacar era tener rinitis y estar en invierno al mismo tiempo.

La -de todo menos suave- brisa del invierno aún golpeaba mi rostro sin piedad. No era un misterio para nadie que odiaba esa época, que aunque no tenía nieve, el ambiente se sentía jodidamente frio, y ni hablar de las vibras navideñas aún en las calles de miami. Levanté mi pierna hasta que la punta tocó mi hombro, estaba intentando hacer un -doloroso-seinor-portrait. La falda por encima de mis muslos exponiendo mi pantaloneta a la vista de todos, odiaba ese tipo de poses, pero eran necesarias, y más, cuando a palabras de la entrenadora yo y mis compañeras habíamos subido de peso con las comidas de tanto navidad, como año nuevo.

Escuché un silbido y cuando volteé a mirar de quien se trataba encontré a mi novio echándome una mirada de todo menos familiares. El equipo de porristas siempre practicaba frente al de baloncesto o incluso, a veces hasta con los de futbol americano, por lo que era una costumbre para mi encontrar a Jason echándome miraditas.

El cielo estaba oscurecido, Miami no parecía exactamente miami, el frío y las ventiscas seguramente habría confundido a alguno de los turistas que venían a visitarnos por las vacaciones de principio de año. Los envidiaba. Pues, después de la semana de las festividades ya teníamos que volver al instituto a estudiar, un verdadero asco.

—Creo que ya pueden irse, serán las cuatro y estoy muy cansada para seguir—Murmuré mirando a las chicas frente a mí descansando mis piernas y agarrando mi botella de agua, acabándola lentamente. Si hubiera tenido la suficiente confianza me la hubiese tomado en menos de cinco segundos de la sed que tenía.

Ellas asintieron cansadas y recogieron sus maletas hasta que ya no había ninguna. Me senté en las gradas esperando a que Jason terminara con su entrenamiento, moría de frio. No. Lo siguiente a eso. El pequeño uniforme de animadoras era estresante de cargar, y menos cuando tenía que usarlo todos los días, incluso en horas de clase. Traía una mini -pero cuando digo mini es ridículamente diminuta- falda de color azul y rayas tanto rojas, como blancas. Una camiseta sin mangas con las iniciales de la escuela y un tigre bordado en ella.

Saqué mi teléfono disimuladamente de la mochila, asegurándome de que no hubiera nadie viéndome. Las notificaciones estaban a nada de explotar, comentarios, likes, gente donándome dinero para obtener contenido exclusivo, otros comentarios de marcas buscando colaborar conmigo. Era increíble.

Sonreí inconscientemente.

—Te veías muy sexy entrenando, nena—La voz del pelirrojo me hizo volver a la realidad y a tener la necesidad de temblar nerviosamente hasta por fin guardar mi teléfono en mi maleta. Sus ojos verdes, por suerte o destino, solo estaban clavados en mi pecho agitado.

—Tu también—Contesté levantándome de las gradas y caminando junto a él por la cancha llena de chicos. No entendía el porqué, pero no había rastro de chicas si no era en mi equipo.