Antes que nada pongan presente o una manita para leer la actualización:
Ellie
Apreté los labios al ver las gradas desocupadas. El atardecer estaba más marcado que nunca y aún así, había muy poca gente acomodándose para el partido. Detestaba eventos grupales como esos, donde tenía que estar saltando, gritando y maldiciendo por cada mínima cosa que hicieran los jugadores. Además de que, aún seguíamos en ese estúpido invierno.
El instituto era muy grande, en magnitudes innecesarias, y por eso los estudiantes del otro equipo veían asombrados la arquitectura del patio. Yo lo había visto toda mi vida, y, conocía cada parte de él, así que solo pude soltar unas risas al ver sus rostros junto a Clarie y Alex.
La morena se acomodó el cabello con las manos. Le tenía una envidia inimaginable, aunque me costara admitirlo; su piel era perfecta, lisa y con unas proporciones que encajaban con todo su cuerpo. Los rizos de su cabello eran voluminosos y brillantes, difíciles de peinar pero que, si sabías como hacerlo, tenías múltiples formas de peinarte en cada ocasión.
—Oí que Jason invitó a la tal Natalia para sentarse en las gradas—Clarie trayendo su espíritu de chisme comentó mientras nos estirábamos.
Ladeé la cabeza y juré que se había roto. El cuello me tronó tan fuerte que me preocupe si podía moverlo de nuevo. Se debía a las incontables horas pegada al computador jugando, viendo series o simplemente de mi mala postura al sentarme en cualquier silla.
—Y es culpa tuya—El dedo con la uña postiza de Alex me apunto al pecho al mismo tiempo de que me miraba desaprobatoria—. Esa chica no tiene ni una semana aquí y ya te está quitando a tu chico. Debes actuar o terminará quitándote a tu hombre.
Sus ojos marrones me miraban con algo más que decepción de juego, era una mirada llena de celos, fastidio y odio.
Lo sabía. Nadie del grupo se llevaba bien con nadie. Si les dabas la espalda, aunque fuera un poco tenías asegurado una temporada llena de críticas, indirectas y fanatismo estúpido, sin irte de él. Nunca nadie lo había hecho, nunca nadie había abandonado el grupo por miedo a la desaprobación social que llegase a pasar.
Ni siquiera podía imaginármelo.
Nadie te recibiría a un grupo, nadie. Porque nosotros éramos malos, odiosos y muy hijos de puta con los que aparentemente no encajaban.
¿Traías lentes y decías que éramos unos hipócritas? "Cierra el hocico, cuatro ojos".
¿Traías tatuajes, pircings u alguna cosa que a los ojos externos no gustaran? "¿Vienes de la calle, perdedor de mierda?"
¿Intentabas hablar con alguno de nosotros y decirnos las verdades en la cara? "No te metas en lo que no te importa"
Pero había algo que no entendía.
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All I Want [Español]
Novela Juvenil«Todo lo que quiero» La única preocupación de Ellie es que su reputación y que su estatus social se mantenga donde ha estado los últimos 6 años. Junto a tener que evitar enamorarse a toda costa de un escritor con tatuajes que parece tener sus ojos...