All I Want [Español]

(14) Esto ya se salió de control, lupe

DIOS, ES TARDISIMO. PERDONEN. 

Tuve unas complicaciones familiares y a penas pude corregir el capitulo. No sé cuanta gente haya despierta, de nuevo, una disculpa por los que se quedaron esperando. Trataré de recompensarles por la paciencia con un capitulo doble o una maratón para el lunes.

Digan presente:

Ellie

Joder, él era demasiado bueno.

Y, aunque había intentado mentirme diciendo que no tenía idea alguna sobre como avanzar en todos los juegos, de una u otra forma conseguía vencerme. Pensaba que, al menos, tendría el descaro de dejarme ganar para quedar bien conmigo, pero, por lo visto, eso no le interesaba ni un poco.

Pude ver, con tan solo un reojo como sus dedos se movían con agilidad con el control; como si los hubiera manejado toda su maldita vida, como si tuviera más experiencia en jugar videojuegos que yo siendo que me dedicaba a ello.

Pasó una de sus manos por su brazo para remangarse la camisa, y me detuve por un momento a presenciar a ver como su brazo se tensaba con cada tiro que daba en el juego. El tono de los tatuajes era fuerte, por lo que sospechaba que máximo no tenían ni un año desde que se los había hecho; al menos los de esa parte de su cuerpo, porque aún no había visto a detalle los del resto.

El arcade era grande, bastante. Tenía muchísimos juegos de diferentes géneros por los cuales podía pasarme a jugar. Desde clásicos hasta los más nuevos que no estaban ni siquiera en las tiendas online. Era un maldito paraíso. Y estaba inmensamente agradecida con Nicolás al ser mi primera experiencia en uno, porque de verdad, lo estaba disfrutando bastante.

Dejé caer mi cabeza encima de la pantalla cuando observé un inminente "Game over" en rojo mostrándome mi derrota, en una tipografía además de ser gigante tenía un estilo de sangre. Aún más humillante. Golpeé la misma con una de mis manos permitiéndome soltar una queja.

—Supongo que gané de nuevo—Suspiró el castaño dejando el control a un lado, no se veía agotado, ni ajetreado como yo.

En mi defensa, me metía demasiado en el papel a la hora de jugar.

Blanqueé los ojos.

—Todo ha sido pura suerte.

Nick bufó divertido apuntando la pantalla.

—Le he ganado en siete partidas de siete juegos diferentes, ha sido totalmente justo.

Cerré los ojos tomando la punta de mi nariz. El ambiente no era el mejor. Había muchas personas a nuestro alrededor y creo que ello creó incomodidad entre los dos a la hora de jugar. El olor a comida rápida, sudor y el sonido de diferentes maquinas siendo utilizadas por otros clientes parecía molestarlo un poco, pero no tanto como me molestaba a mí verlo ganarme todo el tiempo.