Antes de que te vayas

CAPITULO 6

Capítulo 6

Lexie

—Me voy a casa—anuncio sin verlo.

—Bien—sopesa detrás de mí—si es lo que quieres.

—No—volteo cruzándome con su mirada—no es lo que quiero.

—Entonces por qué te reúsas a quedarte aquí—suelta—¿te afectó lo que te dijo Angelina?

—No—mi voz sale insegura.

—¿Estas celosa? —interroga con picardía.

—Eso quisieras.

—¿Entonces?

—Está bien, vale, espero que pase la tormenta y me voy.

—Y si no te quedas aquí—dice encogiéndose de hombros.

Por alguna razón la idea no me molestó.

—Sígueme—dice al no recibir respuesta.

Se da la vuelta encaminándose al balcón que da una hermosa vista a la ciudad. Él se acomoda en uno de los sofás y yo me siento en otro en donde quedando frente a frente.

—¿Te has enamorado? —pregunta de la nada sirviendo dos copas de vino en la mesa que nos separa.

—No—tomo la copa llevándola a mi boca.

—¿Tú lo has hecho? —le devuelvo la pregunta.

—No—contesta sin apartar la mirada.

—¿Por qué?

—No hay un porque—se encoge de hombros—¿tú lo tienes?

Pienso un segundo antes de contestar.

—Por que no quiero que sea normal, fácil y simple—respiro—quiero que...—observo la ciudad unos segundos buscando las palabras correctas.

—¿Qué quieres?

—Quiero dolor...complicado, devastador, que te cambie la vida—confieso—un amor extraordinario.

—El amor no se supone que sea doloroso y devastador, el amor no se supone que deba doler.

Me mira expectante.

—El gran amor es salvaje, apasionado y peligroso Chase—murmuro—quema y consume.

El se queda en silencio unos instantes.

—¿Crees que algún día lo encontrarás? —toma de su copa—a tu gran amor.

—No—vuelvo a negar segura de mi respuesta.

—¿Por qué no? —sus ojos brillan con interés.

—No tengo tiempo—me muerdo el labio lista para recibir su mirada de lástima—pronto morí...

Dejo la frase a la mitad cuando me interrumpe el sonido del teléfono marcando una llamada.

¡Dios ahora no!

A las malas lo saco del suéter y luego de ver de quien se trata lo descuelgo.

—¿Qué pasa? —pronuncio apartando la vista de Chase.

—¡¿Cómo qué pasa Lexie?! Pasan más de las 1 de la mañana dijiste dos horas, si Begonia descubre que te ayude con todo esto tomará la idea de llevarme a un internado de monjas en serio. ¡Un maldito internado de monjas Lexie sabes cómo son las monjas! —exclama una muy alterada Kira.

—Quieres calmarte—pido tranquila—sabes que hay una tormenta y los taxis no están laborando, que se supone que haré, ¿salir en medio de una tormenta? —siento el peso de la mirada de Chase en mi.