CAPITULO 11

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Capítulo 11

Lexie

Abro los ojos lentamente cuando la luz del gran ventanal de la recámara le da la bienvenida al amanecer haciendo que pequeños destellos de luces se reflejen sobre el torso desnudo del chico a mi lado. Me muevo unos centímetros encontrándome con el rostro de Chase. Sus mechones rubios caídos alrededor de su rostro le dan un toque despreocupado y tranquilo mientras duerme, se ve vulnerable. Me quedo observándolo unos instantes antes de quitar sus manos de mi cintura con cuidado. Me levanto de la cama sin hacer mucho ruido ya que lo último que quiero es despertarlo.

La camiseta que me había prestado la noche anterior hacía que me sintiera prácticamente desnuda al cubrir solo un poco más que mí trasero. Abro la puerta de la recámara lentamente intentando no hacer ningún tipo de ruido. Antes de salir volteo observándolo una vez más. Mis latidos se aceleran cuando lo veo una última vez, no quería dejarlo, pero debía ser así. Cuando pude salir de la recámara cerré la puerta con el mismo cuidado que antes.

Cuando estuve afuera cerré los ojos reconsiderando esta decisión, ¿cómo después de lo que había pasado ayer podía dejarlo sin siquiera despedirme?

Dejé esos pensamientos de lado y me concentré en buscar mi ropa por todo el lugar, cuando la encontré tirada en uno de los muebles me la puse rápidamente. Me dirigí hasta la puerta y sin mirar atrás salí del apartamento.

Me adentré al ascensor y cuando las puertas se cerraron mi corazón se estrujó aún más, no pude evitar recordar sus palabras:

—No lo hagas — murmura apoyando su cabeza delicadamente sobre la mía — no te alejes de mí—pude sentir la vulnerabilidad a través de sus palabras.

Mi cabeza estaba hecha un desastre, tendría miles de problemas, no tenía dinero para el taxi y solo podía recordar a Chase en su cama iluminado por el amanecer sin darme una cachetada mental por dejarlo.

Extendí mi mano para detener algún taxi, cuando se detuvieron me adentre a el asegurándole al conductor que le pagaría una vez llegara a la casa de Begonia.

El camino fue silencioso, mi mirada  perdida fue hasta la ventana, donde las pequeñas gotas de agua empezaban a deslizarse a travez de ella, el invierno estaba cerca, eso significaba mucha lluvia por los siguientes meses.

Veo el fuego de la fogata extasiada por la cantidad de llama que provoca, en un momento me sobresalto al ver que no paraba de crecer, así que le pedí a uno de los chicos que intentara disminuir el fuego lo que provocó abucheos en mi contra.

Mi piel se erizo cuando sentí la respiración de Chase cerca de mi nuca.

—Jamás dejes que el fuego se apague Lexie, mejor concéntrate en avivarlo — susurro.

Esa frase me dejo más de una cuestionante. ¿Eso hacía? estaba apagando mi fuego.

Mi vista fue hasta el conductor que estaba concentrado en el camino.

—Cambio de planes — informo antes de darle la nueva dirección.

Ya estaba más que castigada, y quería avivar el fuego del que Chase me habló. Si el incitaba mis llamas, no me alejaré.

—¡Hey mi dinero! —gritó el conductor cuando me baje del taxi sin pagar.

—¡Espere aquí! —Le devolví el grito entrando al edificio.

Cuando me dirigí al ascensor me sorprendió que el recepcionista no me dijera nada a pesar de verme entrar sin consentimiento, por el contrario, me pareció verle una sonrisa antes de que las puertas se cerraran.

Mi respiración era un desastre, estaba nerviosa y algo confundida, cuando las puertas del ascensor se abrieron salí a pasos rápidos sin pensar, sin analizar, sin razonar. Mis piernas caminaron hasta detenerse en su puerta, la toque varias veces con entusiasmo, ¿en serio estaba haciendo esto?

Mis puños se detuvieron en seco cuando la puerta se abrió dejándome ver el rostro recién levantado de Chase, su pelo estaba más desordenado que antes.

—No lo haré — mi voz estaba agitada y su rostro mostraba confusión — no me alejaré de ti, quiero que me enseñes a avivar el fuego dentro de mi — pido con la respiración pesada— yo tampoco quiero que te alejes.

Él se quedó en silencio viéndome con un auténtico brillo en sus ojos.

Mis nervios aumentaron cuando lamió sus labios, antes de bajar el rostro tomando mis labios en un beso que correspondí al instante, nuestros labios se sincronizan al momento en los que se reconocen, era un beso euphorico, cómo si ambos estuvieran esperando este momento por mucho tiempo, era demandante, posesivo y sobre todo deseado. Chase definitivamente sabía lo que hacía.

Sin apartar sus labios de los míos hizo un movimiento rápido haciendo que quedara ahorcadas de él. Nos separamos un segundo para tomar aire, mi espalda estaba recostada de una de las paredes principales de la sala. Mis ojos se encontraron con los suyos, sus pupilas dilatadas hacían que mi corazón estuviera al borde del colapso.

—Será un placer quemar el mundo contigo — declara acariciando mi mejilla delicadamente.

Mi corazón latía a niveles extremadamente rápidos.

—Una sola chispa puede—.

—Prenderle fuego a un bosque.

Antes de que te vayasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora