16 - Te quiero solo para mí

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Hola chicos, he vuelto, renovada gracias a las pequeñas vacaciones que me tomé. Agradecerles por el inmenso apoyo que le están dando a la historia y disculparme por no haber actualizado ayer. Sin más preámbulos comiencen con la lectura ;)

Capítulo 16: Te quiero solo para mí

Leyla

Te juro que al próximo que choque conmigo "accidentalmente" o vuelva a verterme tu bebida encima voy a echarle una escupida en el medio de la frente. La cantidad de personas que había era extravagante. La diferencia de mi fiesta a esta era abismal. Parecía que estaba en pleno concierto de algún cantante ultra famoso. Seguí caminando en el enjambre de personas en busca de mi amiga, la cual casi al llegar había desaparecido de la nada. Localicé un sofá y me trepé encima de el apartando no tan delicadamente a una pareja que se besaba. Una vez arriba pase un escáner intentando localizar a mi amiga. Rubia sexy con vestido rojo no detectada. Desganada me bajé y... ala otro más que chocaba conmigo. Reuní saliva dispuesta a lanzar un escupitajo cuando vi el causante del accidente. Alancito, te salvaste solo por el simple hecho de que mides vente centímetros más que yo, y aunque te escupiera mis fluidos caería encima de mi antes de siquiera tocar tu cara.

Sus ojos se centraron en mí, dando un recorrido por todo mi cuerpo antes de centrarse nuevamente en mis ojos.

-Wao, Leyla con vestido. Pero si tampoco luces tan mal.

¿Qué no luzco tal mal?, luzco diva y lo sabes. Admira esta belleza natural, estas dos poderosas razones justo delante de ti. Una pista, no llevan sujetador. Otra pista, tampoco son tan poderosas, más bien escasas.

Nos quedamos unos segundos en silencio hasta que habló.

-¿Quieres venir?, estamos jugando por allá -señaló a sus espaldas. Miré nuevamente a mi alrededor en busca de Hope. Pero nada, había desaparecido, y para colmo mi teléfono no tenía batería. Miré nuevamente a Alan. Para quedarme aquí sola no parecía tan mal irme con mi vecino ¿Qué de malo podría pasar?

Le seguí hasta una habitación que parecía de juegos porque se encontraba una mesa de billar y un futbolín. Pero no estaban jugando ninguno de estos de juego. Estaban sentados en el suelo, formando un círculo, justo en el centro había una botella. Para haber cantidad de personas en una misma casa, en esta habitación solo se encontraban unos pocos. Alan se sentó junto a Lucas y a una chica que nunca había visto en la vida. Yo opté por sentarme en el sitio que quedaba libre junto a dos chicas.

Íbamos a jugar a verdad o reto. Aquí siempre lo hemos jugado de una forma. Al girar la botella y detenerse, al que le toque el fondo de la botella es el que hace la pregunta o el que implanta el reto, depende a lo que la otra persona prefiriese, verdad o reto (o sea al que le ha tocado la punta de la botella). El que no quisiese hacer lo dicho por la otra persona debía beber. Así de simple.

Antes de que la chica al lado de Alan tomase la botella para girarla apareció Drake. El rubio se disculpó por interrumpir y se sentó a mi lado haciendo que la chica se moviese para hecerle espacio. Alan tensó la mandíbula en desagrado. La otra chica retomando su gesto giró la botella deteniéndose justo en ella la punta de la misma. El fondo se detuvo en la chica rubia que estaba al lado de Drake, la cual fue muy concisa cuando la otra pidió reto.

-Besa a Alan -sin pensárselo dos veces se giró hacia Alan, le tomó de la nuca y le plantó un beso, con lengua y todo señores y señoras.

Giraron nuevamente la botella deteniéndose en mi vecino y en la chica a mi lado. La misma le preguntó. Alan me miró antes de pronunciar: verdad.

-¿Quisieras follarte alguna de las presentes? -con tranquilidad se apoyó en sus brazos. Sus ojos se posaron en mí y manteniendo la mirada respondió.

¿Tu orgullo besa mejor que yo? |✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora