5 - Desnudo.com

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Capítulo 5: Desnudo.com

Alan

En estos momentos estaba enojado, no podía centrarme en lo que me hablaba Wes. Mi atención se centraba en Hell y en la pelirroja con la que hablaba, mejor, con la que planeaba la venganza hacia Leyla. Pero una cosa era humillarla y otra muy distinta lo que tenía planeado hacer. La pelirroja se alejó y Hell se acercó a nosotros con una sonrisa de oreja a oreja, se veía que disfrutaba con todo esto.

-Ya está todo resuelto -dijo al llegar a nosotros, luego me miró uniendo el entrecejo- ¿Puedes quitar esa cara de culo? No te queda nada bien.

No sé como se encontraba mi cara en estos momentos, pero no era de felicidad como la de Hell, era más bien como la de Wes, cara de desaprobación. Solo que a Wes él no le prestaba mucha atención, porque generalmente todo lo que hacía Hell, para él era desaprobatorio. Y no te voy a decir que no tenía razón, ya que a Hell a veces se le pasaba la mano, casi siempre en todas las ocasiones. A mí en cambio me entretenía, incluso muchas veces hasta lo ayudaba. Pero de solo estar relacionado con Leyla no se sentía igual, me sentía como si fuese su hermano mayor que le tiene que proteger. Ya saben, ese sentimiento de está chiquita hay que cuidarle. Y han sido más de una ocasión las veces que la he salvado de los intentos de represalia de Hell. Pero esta vez para Hell fue la gota que derramó el vaso, y nunca mejor dicho.

-¿Es necesario hacer esto Hell?

-Si Alan, y no vengas con tus mierdas -mi vista se centró en Leyla, quien había hecho acto de presencia. Hell se volteó haciendo lo mismo.

Y el plan de Hell se puso en marcha. La pelirroja (que por ciento creo que se llama Roxane) le habló, o por lo menos lo intentó, porque al instante Leyla la detuvo y comenzó a hablar como una loca antes de entrar al vestuario con rapidez. Típico de Leyla, hablar sin parar, por lo menos le había servido para algo en la vida. Pero una cosa que caracterizaba a Hell era que no se dejaba vencer tan rápido.

Por lo menos no le salía tan bien el plan a Hell como esperaba. Me reí y él lo notó, se volteó y alzó el dedo índice en mi dirección en forma de amenaza.

-Espero que no le hayas dicho nada.

-No sé, puede que le haya mencionado algo -me encogí de hombros. En realidad no le había dicho nada, pero las ganas no faltaron. Solo me gustaba enfurecer a H, algo en común que tenía con mi vecina.

-Alan, más te vale que...

-¿Ahora que hago?, ni siquiera me dejó hablar -le interrumpió Roxane colocando sus manos como jarra sobre su cintura. Los ojos enfurecidos de H pasaron de mí a centrarse en Roxane pensativo, intentando solucionar el problema.

Problema que solucionó al instante.

-Eso es muy sencillo, entras ahí y una vez que ella este en la ducha mandas a todas a salir. Diles que es una broma, y también que no dejen nada de ropa fuera de sus casillero. Mejor precaver que tener que lamentar.

Negué con la cabeza, bastardo calculador. La chica asintió a las órdenes de Hell y se dirigió a los vestuarios de las damas.

-Ahora solo hace falta esperar -su sonrisa se ensanchó.

Por favor Alan, ¿por qué te molesta?, es solo una broma y ya. Ya es hora de que dejes que Leyla pague por sus actos.

Al poco rato de entrar Roxane las chicas iban saliendo de poco en poco, algunas riéndose y otras un poco enojadas. Se iban acumulando en la salida para ver que iba a suceder. Luego salió la pelirroja portando una sonrisa pícara, se acercó nuevamente a Hell con la ropa de Leyla en sus manos.

¿Tu orgullo besa mejor que yo? |✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora