¿Tu orgullo besa mejor que yo? |✔

14 - ¿Tu orgullo besa mejor que yo?

Capítulo 14: ¿Tu orgullo besa mejor que yo?

¿Qué? Espera, yo actualizando un martes, que loco, ¿no? XD

Atención chicos, hice un pequeño arreglito en el capítulo anterior, la parte del final cuando Leyla entra al vestuario. Solo decirles eso, ya pueden comenzar con el capítulo o leerse primero la parte del final del anterior ya arreglada.

Alan

Habia sido un entrenamiento muy duro y en estos momentos nesecitaba relajarme bajo el agua fria de la ducha, aunque eso no serviría para nada, ya vendría Leyla a fastidiarme de nuevo en mis pensamientos. Me había dejado completamente sin habla cuando le pedí explicaciones, por lo visto yo era el que más explicaciones tenía que dar, y lo peor era que no sabía ni como excusarme. Siempre me he caracterizado por hacer lo que quiero. Cuando algo se me antoja lo hago sin importar el que dirán. Pero el beso con Leyla fue como si hace mucho tiempo se me hubiese antojado y no había tenido el valor hasta ahora de hacerlo. No pude evitar cuando me cruzo por la cabeza con la intensidad con la que la había besado y con la que ella me había correspondido, como si lo hubiésemos hanciado desde hace mucho tiempo. Me enjaboné y me enjuagué restregándome la cabeza con rudeza para sacarme con ello esa imagen que no tenía intención de desaparecer. Esa loca y sus manías de meterse en mis pensamientos me desesperaba.

Giré la cabeza sin voltearme para ver porqué los chicos chiflaban tanto y como si hubiese invocado al mismísimo demonio Leyla se encontraba parada justo detrás de mí. Sí, como oyes, justo detrás mirando mi espalda y lo que no era mi espalda desnuda, perfilando más en la parte baja. Me miró esta ves a los ojos y su mirada se transformó de curiosidad (no sé por qué) a furia, como si le hubiesen prendido fuego a sus hojos, se podía ver como salía humito y todo de ellos.

Cerré la ducha.

—¿Me puedes explicar por qué... —se detuvo cuando me volteé para echar una rápida mirada y taparse los ojos. Me dio mucha gracia por lo que opté por no taparme, ya los chicos se habían ido a la cafetería a pasar la hora del recreo. Solo quedábamos nosotros en el vestuario. Tomé la toalla y me la coloqué enrollada sobre los hombros.

Leyla carraspeó para continuar con la misma intensidad pero con el rostro todavía tapado.

—¿Por qué le dijiste a esa cualquiera que nos habíamos besado? —finalizó.

Sabía de quien hablaba, y me reí aún más. Se estaba haciendo una película en la cabeza en la que yo interpretaba el papel del villano, y en absoluto era así.

—¿Qué tiene que ver? —solté sin interés.

—¿Qué que tiene que ver? ¡Que ahora todos lo saben joder!

Se quitó la mano de la cara para seguir reprochándome y inmediatamente la volvió a colocar para gritarme más fuerte.

—¡Dios, tápate!

—¿Y? —di un paso hacía ella ignorando lo último —¿Es que acaso no te gusto el beso?

Quería que me dijese y que dejase de hacer como si nada hubiese pasado, porque si que pasó, nos besamos, y sé que ella lo disfrutó tanto como yo ¿Por qué seguir negándolo?

—Es que eres imbécil, estamos hablando del porqué malditamente se te cruzó por ese retorcido y minúsculo cerebro tuyo decirle eso a Maggie.

—Dime si te gusto o no y puede que te responda a esa pregunta —dije lo que incrementó más su furia.

—Pues no te pienso responder ni un… emoji de popo —Leyla y su hermoso y rebuscado lenguaje.

Era tan terca, sabía que no iba a dejar su brazo a torcer. Me dirigí hacia ella y la agarré de los brazos apartándolos de su cara. Enseguida su mirada se dirigió a mi entrepierna para apartarla de lado con sorpresa, lo que me ocasiono mucha risa. Volvió a tomar su semblante furioso para mirarme directo a los ojo y intentarse zafar de mi agarre.