19 - Un lugar mágico

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Disculpen por no haber actualizado el miércoles. En la nota del final les explico todo.

Capítulo 19: Un lugar mágico.

Leyla

Caminé por mi cuarto inquieta terminado de escuchar lo que me decían por teléfono antes de que colgara. Encima tenía la desfachatez de colgarme después del discursito patético. Lancé el teléfono a la cama, el mismo dio un bote y chocó contra el muslo de Hope. La rubia ni se inmutó por el pequeño golpe. Seguía acostada en mi cama, sumida en las páginas del libro que había tomado de mi mesita de noche. Emitió un leve "¿qué paso?" con cansancio como si a la vez no quisiese saber pero era lo políticamente correcto en estos momentos en los que veías a tu mejor amiga consternada. Yo igual le respondí ignorando el hecho de que ni siquiera dejó de leer para prestarme atención.

—Que el maldito de Harry Potter —apartó el libro de su rostro para darme esa mirada de "otra vez volviste a fumar". Negué con la cabeza antes de comenzar de nuevo—. Que el maldito de Rayan dice que no piensa hacer mi parte del trabajo, que la haga yo si considero apropiado subir mi promedio ¿Para eso me junto yo con frikis? Y tiene el descaro después de soltarme eso de colgarme ¿lo puedes creer? Estúpido Rayan.

Ahora era que me percataba de que su nombre era muy similar al de Ryan Reynolds. Bufé, ya quisiera el maldito de Harry Potter parecerse a esa escultura de hombre.

Subí la mirada esperando una respuesta por mi amiga, pero nada. Por lo visto le daba igual que suspendiese otro trabajo. Me centré en el libro que estaba leyendo, el cual se titulaba "Pídeme lo que quieras". Hace unos días que habíamos visitado una librería, yo había elegido una comedia romántica como de costumbre porque me resurta más cómoda la lectura. Cuando vi su libro en lo único que me fijé fue en que era como el triple del que yo había elegido.

Llevaba toda una semana viniendo por las tardes solo para eso, para estar tumbada en mi cama leyendo guarradas. Ya sé que piensas, que como sé que iba de guarradas el libro si nunca lo he leído. Pues digamos de que después de comprarlo y de que la bibliotecaria me mirase con una cara picarona, una noche en mi cuarto me leí la sinopsis, y puede que después uno que otro capítulo a la azar. Al principio no sabía el porqué de la insistencia de Hope para que fuese yo quien comprase el libro y que luego se lo guardarse en mi casa. Me bastó con lo poco que leí para saber.

Cuando le pregunté por qué no se lo llevaba para su casa me salió con lo de que su mamá no podía saber lo que leía ese tipo de libros. Le di la opción de leerlo en pdf, pero según ella no es lo mismo como leerlo en físico, además ya había gastado el dinero.

Igual no me molestaba tenerla aquí. Lo que era algo inquietante la manera en que leía esas guarradas y no mostraba la más mínima expresión. Así se formaban los mejores criminales, los que eran capaces de fingir normalidad. Que podía tener cara de ángel pero en el interior estaba pensando en como asesinarte. Al momento me dio miedo Hope ¿Estaría planeando como matarme? Si es así solo espero que sea una muerte indolora, no sé, podría envenenarme o algo por el estilo. Digo yo que si ayudé a que se desatara tu fase asesina, por lo menos tengas piedad de mí.

Apartando el hecho de que tenía a una posible asesina serial sobre mi cama me concentré en lo que me preocupaba en estos momentos. Debía ponerme hacer el proyecto. Increíble, otra cosa más en lo que pensar. Lo otro, pues lo sucedido con mi vecino. Hace dos días de nuestra conversación, y de que prácticamente le eché de mi casa. En mi defensa me había quédalo lo sufrientemente en shock como para haber reaccionado aún peor. Pero dado el hecho de que mi madre se encontraba no pude demostrar lo que de verdad estaba sintiendo en ese momento. No sé si era decepción porque no hubiese sucedido nada entre nosotras. A ver,  a quien no le gustaría tener manoseo con él. Alan era de esos chicos con los de solo verlo ya se te caían las bragas. Por otra parte tampoco me gustaba la idea de ser otra más en su larga lista. Así que sí, me sentía aliviada, o eso creía. Sus palabras aún seguían en mi cabeza y no paraba de pesar en ello.

¿Tu orgullo besa mejor que yo? |✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora