Capítulo 15: El arte de la mentira y el escape.
Leyla
Sabes que era peor que una amiga impuntual, tener una amiga con auto, y que aun así sea igual de impuntual. Vente minutos era lo que llevaba esperándola. Sentada en uno de los cómodos asientos acolchonados de The Happy Meal, apartada en una mesa vacía. De fondo se escuchaba una música relajante, pero te voy a decir lo que no es relajante en absoluto, tener que esperar a Hope para poder comer. Las hamburguesas me estaba mirando con una cara tan sensual, como diciéndome: "cómeme, no lo pienses más" "degústame, sé que lo estás deseando" Y con eso de repente me vino a la mente lo que me había dicho Alan en el vestuario.
Para no quererlo ya lo estás deseando, Leyla.
Resoplé, ya quisieras maldito ególatra.
Le miré, estaba en el mostrador junto a la chica del pelo azul. La verdad no sé que hacía en su trabajo después de lo sucedido ayer. Pero tenía algo claro, que no me iba a ocultar de él nuevamente cuando fue él, el que me beso, nuevamente. Ya bastante mal había pasado esas semanas intentando evitarle, privándome de comer a gusto en The Happy Meal. Cuando entré por esa puerta sus ojos se habían abierto en total sorpresa, por lo visto pensaba que haría lo mismo de antes. A cada rato me daba una mirada furtiva, de seguro pensando en que haría esta vez para joderme. Estoy llegando a pensar que lo hace solo por eso, para fastidiarme.
Pues no te voy a dar el gusto Alancito, tendrás que seguir viendo mi careto, porque pienso venir a comer aquí todos los días como he hecho desde que abrieron el local.
-Aquí estoy -dijo Hope muy tranquila sentándose enfrente de mí. Mis ojos se achicaron en su dirección acusadores, reclamando por su tardanza-. Lo siento.
Me enderecé para mirarla con mayor enojo.
-¿Lo sientes, así sin más, sin una excusa previamente preparada? -se encogió de hombros. Golpeé mis puños sobre la mesa y ella se sobresaltó-. Mi estómago es el que lo siente, sabes la tortura que ha sido para el esperar tanto para poder comer. Y ahora ya esta fría la maldita hamburguesa, ya ni quiero.
Ella arqueó una ceja. Tomó la hamburguesa en sus manos y le dio un bocado. Masticó lentamente haciendo caras que solo se ven en las páginas guarras que ve mi hermano por internet.
-¿Segura?, porque está deliciosa -tomó otro bocado.
No me agradas Hope, no me dejas ni ser dramática. Ella continúo degustando su hamburguesa y yo no pude contenerme más. Ataqué esa hamburguesa como si no hubiese comido las galletas que preparó mi madre antes de venir.
Hope miró a mis espaldas y comenzó a reír. Me volteé intrigada y cuando localicé el motivo de su risa expulsé toda lo que había comenzado a triturar de la hamburguesa sobre la mesa ¡Pero que rayos! ¿Qué hacía Hell en bóxer? ¿Este chico tenía problema acaso? Andaba así en la cafetería sin importancia, sin prestar atención a las chicas que se lo querían comer con la vista. Ahora tenía revolturas de estómago. El mismo se sentó junto a Wes en una de las mesa, su amigo le miraba completamente impresionado y burlón. Alan se unió a ello atacado en risas, sentándose justo delante. Hell miró en nuestra dirección, una mirada rápida de superioridad. Volteé a ver a Hope, pestañando todavía anonadada. La rubia no apartaba la vista de él. Era de esperarse dado el hecho de que su crush se encontraba casi desnudo. Si yo fuera ella aprovechaba cada segundo. Pero apartando eso había algo raro en la manera que había sucedido todo. Hope llegaba tarde, y pocos minutos después entraba Hell, en bóxer.
-¿Me está intentando imitar acaso? Ya sabes, por ese día que salí solo en toallas -le pregunté a mi amiga.
Ella negó con la cabeza pero sin apartar la vista de él.
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¿Tu orgullo besa mejor que yo? |✔
Dla nastolatkówSepan que es mentira que el orgullo mata, pues aqui estoy escribiéndoles esto. Soy Leyla Rogers, la típica orgullosa de manual. Tampoco soy tan complicada, solo que prefiero odiarte antes que decir que te amo. Mi vecino no será la excepción, antes m...