Mi vida está basada en el pesimismo existencial.
Ya no puedo lograr ver más allá de lo oscuro, ya no puedo esparcirme por el mar como las cenizas de un muerto.
Quizás nunca fui yo misma.
Quizás estuve determinada por el miedo que siempre me dominó.
Mi intento desesperado por sobrevivir ante los mazazos de ese poderoso martillo de la crueldad.
Puede que esos golpes hagan que me levante de esa pesadilla que siempre he vivido.
Sinceramente no sé cual fue mi cometido en este mundo.
Por una parte tengo los pies en la tierra, tanto que hasta puedo sentir como rompen el suelo y hacen una grieta inmensa a mi alrededor.
Por otra parte, tengo la cabeza en lo alto del universo. Alomejor puedo lograr a ver a los antiguos Dioses Romanos cómo nos vigilan desde sus tronos adornados con piedras preciosas.
¿y por qué no nos salvan?.
Solo somos unas piezas más en el tablero de ajedrez.