La Construcción de un Imperio

Capítulo 18: "Y así comienza"

Habían pasado ya dos meses desde el "incidente" con Lilith pero ella no había mejorado mucho. Cuando dijo que se sentía débil no estaba exagerando, la primera semana no era siquiera capaz de levantarse de la cama y después de eso muchas veces tuvo que caminar ayudado por alguien o con algún otro objeto con el que pudiera apoyarse, lo cual generó algunas bromas (sobretodo de Lars y de Basilio) sobre que ahora en serio parecía una "anciana". Lo raro era que Lilith no se molestaba por esto, más bien al contrario, era la primera en burlarse de su propia condición algo que Change no dejaba de admirar.

Hablando de esos dos, no habían tenido demasiado tiempo durante esas semanas, principalmente porque Change siempre tenía algo que hacer así que los demás se habían organizado para turnarse y así ayudar a Lilith mientras siguiera con la energía baja. Aunque eso no había evitado que, cada vez que sus miradas se cruzaban, se sonrieran el uno al otro, siempre con una discreción que Change no llegaba del todo a entender pero que le daba gracia y le gustaba. La cuestión es que, poco a poco, Lilith fue recuperando la fuerza perdida y desde hace unos días había vuelto a entrenar contra muñecos de prácticas. Pero ese día en particular ella había decidido tener un entrenamiento "real", enfrentarse a un adversario de verdad cara a cara y Change no estaba seguro de si Lilith estaba preparada para ello y por esa razón, en lugar de ir a esperar en la Arena junto con los demás, había decidido reunirse con Lilith en el gimnasio adjunto, donde ella se estaba preparando. Change estaba sentado mientras veía a la Archidemonio hacer unos estiramientos.

-Insisto en que no es una muy buena idea que hagas esto, Lilith- dijo Change como por cuarta vez solo ese día- Al menos, no todavía.

-No puedo permanecer inactiva por tanto tiempo, Change- repuso ella- Los muñecos de entrenamiento no bastan, necesito un combate de verdad. No hay otra forma de que pueda conocer mis propios límites y tratar de superarlos.

-Lo entiendo- coincidió él- Pero sigues estando débil, aún a pesar de todo este tiempo. ¿Quién sabe lo que podría llegar a pasarte si algo sale mal?

-Si algo llega a pasar, ya está Cristóbal para encargarse de cualquier herida- afirmó Lilith- Además, me vendrían bien cicatrices nuevas.

-Hablo en serio, Lilith- la increpó Change- Solo... no quiero que algo pase y termines en una situación peor que la de antes.

-Bueno, si eso ocurre me aseguraré de pedir expresamente que me cuides día y noche- bromeó ella- No me molestaría tenerte como mi sirviente personal por un tiempo.

-Oh, ¿acaso este era tu malvado plan desde el inicio?- preguntó Change con una sonrisa.

-Por supuesto, soy la mayor villana de este lugar- respondió Lilith, devolviéndole la sonrisa.

Entonces, ella dejó de hacer estiramientos y se acercó a Change para darle un dulce beso en la frente, aprovechando el hecho de que él estaba sentado. No eran muchos los momentos en los que realmente podían hacer "contacto" de esa forma pero, cada vez que ocurría, Change sentía esa misma sensación dulce y electrificante a partes iguales que la primera vez, aunque solo haya sido un beso en la frente.

-El que te preocupes por mi me hace feliz casi en la misma medida en que me molesta- comentó Lilith- Tranquilo. Sigo siendo yo. Si tengo suficiente amor y pasión en mí corazón podré con cualquier cosa que se me ponga delante. Y el tenerte cerca me llena de ambas. Confía en mí, ¿si?

-Confío en ti, pero... ¿sabes qué? Olvídalo. No vale la pena discutir contigo- cedió Change- A este punto sé que inevitablemente terminaré perdiendo. Haz lo que más desees hacer.

-Si ese es el caso... hay algo que en serio deseo hacer ahora mismo- anunció Lilith.

Sin ninguna otra advertencia más que esa, Change recibió un nuevo beso por parte de Lilith, esta vez en los labios. No duró demasiado pero esa sensación dulce y tierna, mil veces más sensible que con el simple "toque" anterior, era una de la que Change dudaba que pudiera cansarse. Por desgracia, no duró demasiado.