Capítulo 5: "El Alzamiento de la Academia"

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Celestia parecía una ciudad en guerra. El fuego consumía algunos edificios y sonidos de explosiones y combates se escuchaban por todos lados. Change, Vaela y Asariel apenas si consiguieron escapar de la Ciudad Alta antes de que esta se viera envuelta por un gran escudo que los hubiera atrapado dentro si hubieran demorado un minuto más. Desde el aire la situación no pintaba nada bien, no parecía que los leales a Vaela estuvieran ganando terreno.

-Tenemos que conseguir tiempo para que los nuestros puedan escapar por los antiguos canales- anunció ella.

-Iré a ayudar un poco en el aire- afirmó Asariel- Con superioridad aérea puede que nos sea todo un poco más sencillo.

-De acuerdo. Nosotros trataremos de ayudar a los que luchan en tierra- añadió Change.

Asariel asintió y se alejó con rapidez al mismo tiempo que los otros dos comenzaban a descender con cuidado hacia el suelo ya que no querían llamar demasiado la atención.

-¿Cuál es el plan de escape?- preguntó Change- Mencionaste algo sobre unos canales.

-Si. Los viejos resquicios de unos acueductos que, en el pasado, proveyeron de agua a la ciudad- respondió Vaela- Son lo suficientemente grandes como para que una persona de altura promedio pueda pasar y están muy bien conservados, además de que nos hemos asegurado de que fueran transitables. Antes de que Imperius decida cómo reaccionar habremos vaciado Celestia de los nuestros y estaremos de camino a la Academia.

-Entonces hay que tratar de llevar a todos los posibles hacia esos lugares, estén donde estén- comentó Change.

-Ah si, casi me olvido de eso- dijo Vaela- Ten esto.

Aún estando en medio del aire, ella le lanzó a Change un pequeño dispositivo con forma rectangular que, en cierta forma, se parecía un poco a los teléfonos celulares humanos. Apenas lo tocó se prendió una pantalla mostrando un mapa de toda la ciudad con varios lugares marcados con puntos rojos y una flecha amarilla indicando donde se encontraba el dispositivo,

-Con eso podrás ir guiando a los nuestros hacia las salidas- explicó Valea- También puedes comunicarte conmigo, de ser necesario. Ahora debemos separarnos. Si el Creador así lo quiere, nos encontraremos afuera.

Ella se alejó con dirección oeste y Change fue hacia el lado contrario, buscando lugares de conflicto donde pudiera intervenir. Gran parte de los combates eran, en realidad, pequeñas escaramuzas y confrontaciones menores cuyos combatientes por ambos bandos no llegaban ni a las cien personas. De todos modos se detuvo a ayudar, aunque no tanto a pelear sino a ejercer de protector para que los rebeldes pudieran llegar a las salidas marcadas.

Sin embargo, no tardó demasiado en encontrarse con una batalla de verdad. En medio de una plaza enorme había alrededor de diez mil personas luchando. Los rebeldes habían levantado una barricada cerca del centro de la plaza, donde había un gran monumento de un soldado angelical al que le habían volado la cabeza (estaba tirada en una esquina) con una inscripción que decía "En honor de los caìdos en la milagrosa victoria en la Batalla del Valle del Río Augeriam contra los demonios". A pesar de que en principio los rebeldes tenían ventaja numérica los refuerzos angelicales no tardaron en llegar y encima con un tanque pesado de color celeste, muy fácil de detectar a cualquier distancia pero con tres cañones de 40 milímetros puestos en forma de triángulo. A Change le parecía un poco abuso enviar un tanque pesado contra personas que ni armas antitanque debían tener pero dudaba mucho de que se hiciera algo al respecto si presentaba una queja formal.

El tanque lanzó una salva de tres disparos seguidos que dejaron una estela de color azul antes de literalmente pulverizar la improvisada barricada que habían levantado los rebeldes, junto con algunos de ellos.

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