22 de Enero
"No fingamos"
Arabella
Ya habían pasado unos días desde que Dustin y yo empezamos a vernos todas las tardes bajo el árbol al lado del muro.
La verdad es que lo que habíamos hablando hasta ese momento me pareció un chico muy interesante, y muy chistoso cuando le convenía. Todavía no había mencionado que sabía que era del otro lado del muro. Prro como él tampoco dijo nada, decidí no sacar el tema para no incomodar las cosas....
Sorprendentemente ningún guardia había notado que me escapaba todos los días por la tarde noche, así que eso era un punto a mi favor.
Austin ya no me acompañaba hacia el muro, no quería molestarlo, aparte de que dudaba de que Dustin quisiera hacerme algo malo....
Estaba saliendo de mi habitación para dirigirme hacía árbol hasta que la voz de mi madre sonó por detrás de mi.
-Arabella, ¿ibas a algún lugar?- preguntó al darse cuenta de que iba hacia la cocina.
-A buscar comida, quería engañar a mi estomago. No voy a bajar a cenar hoy- Contesté de la misma manera que ella.
Por un momento me ojeo de arriba abajo, como si estuviera revisando lo que traia puesto. De repente todo quedó en silencio hasta que ella hablo.
-Acompáñame, Ara- es la primera vez en mi vida que me habla de manera amable- quiero que veas algo.
Un poco confundida acepte acompañarla, la forma en la que me lo pidió me hizo creer que nada malo pasaría. Además tenía tiempo para llegar al árbol.
Al cabo de unos minutos llegamos hacía un cuarto un pco alejado de todos los demás del castillo. Mamá sacó una pequeña llave de su bolsillo abriendo lentamente la puerta, dándome lugar para que pase.
Al entrar en la habitación pude notar la delicada decoración que tenía .Sus paredes eran de un color crema muy claro.
Tenia cortinas de tul por las ventanas, en medio de ella había una cuna... como si fuera la habitación de algún bebe... pero ¿de quién? mamá me sacó de mis pensamientos.-En esta habitación Eila y tu pasaron sus primeros meses de vida. Era el lugar más tranquilo e indicado para sus primeros meses de vida- noté la tristeza en su voz- Mira ara tal vez creas que te odio, pero no es asi. Eres mi hija por sobre cualquier cosa, y es mi obligación como madre enseñarte cómo tienes que comportarte. Para prepararte para este mundo nuevo que viene, el cuál es muy duro y no es nada fácil-eso me sorprend6io mucho la verdad. Ella estaba... siendo sincera conmigo?
-Mamá no creo que me odies, es solo que eres muy... exigente- dije eso para no decir otra cosa.
-Cariño, soy tu madre no te odio. Solo quiero prepararte para que cuando el mundo te ponga una prueba la superes y salgas aún más fuerte de aquella lección. Si yo no te enseño eso van a pisotearte y humillarte en éste cruel mundo- dijo mirándome y acariciándome la mejilla.
- Lo sé mama y perdón por mi actitud es qué...
-No te preocupes, también fui adolescente. Se lo que es- finalizó con una cálida sonrisa- aunque no lo creas no soy tu enemiga, Soy tu mamá.
Después de eso nos despedimos y decidimos irnos cada una a nuestras habitaciones. Era la primera vez que tenía una conversación de madre hija sin insultos o discusiones de por medio. me sentía rara, muy confusa a la vez pero... muy bien también.
Sin que nadie se diera cuenta me escabullí y salí por la pequeña puerta dirigiéndome lo mas rápido que pude hacia el muro.
Al llegar Dustin ya estaba ahí, cunado me vio me dedicó una sonrisa y yo se la devolví.
-Pequeño minión viniste, ya te extrañaba- dijo tratando de molestarme.
-Lo admito eres extrañable.
- Lo sabía, me estas tomando cariño- dijo con una sonrisa burlona.
-Y tenias que arruinarlo - dije sarcástica.
-No te enojes pequeño pitufo, ven tengo que mostrarte algo- añadió enseñándome una bolsa que tenia en la mano.
Lo seguí y volvimos a sentarnos bajo el árbol, empezó a sacar cartas de la bolsa. Mi cara de confusión se noto al instante, me miro divertido y sonrió
-Estas son cartas que le escribía a mi padre cuando era pequeño. Específicamente para contarle todas las cosas que hacía, las cosas que deseaba tener , mis problemas. Era una forma de sentir que estaba conmigo desde... desde que me abandonó- finalizó y mi sonrisa desapareció, se estaba sincerando conmigo, me sorprendió mucho. Dustin era muy alegre y ver como su sonrisa se esfumo por primera vez... admitio que me hizo sentir mal.
-Oye no me gusta cuando no sonríes, así que veamos a ver que escribías así puedo burlarme de ti y vuelves a ser el mismo idiota chistoso de siempre.- dije tratando de animarlo.
-Eres la primer persona que sabe sobre ellas Ara- eso me sorprendió y me dio ternura.
-Me siento halagada... Mira no soy la mejor dando consejos, pero una persona que se fue de tú vida, desde que eras tan pequeño e indefenso, y ni siquiera pensó en ti. No vale la pena Dustin- suspire y tomé la decisión de contarle lo de mis padres, bueno a medias-Pero por otra parte entiendo a un poco lo que es la usencia paternal.
-¿L-o entiendes?.
-Si... mis padres, sobre todo mi madre quiere que sea la heredera o chica perfecta y realmente no lo soy, aparento serlo todo el tiempo. Es jodidamente horrible está sensación de no ser yo en ningún momento con nadie.
- Conmigo puedes ser tu misma- me respondió de manera dulce y sonriendo.
-Conmigo no hace falta que aparentes que estás bien todo el tiempo.
Sonrió ante mi respuesta y nos quedamos sentados mirando las estrellas. Todo estaba silencioso pero no era para nada incomodo al contrario era un silencio muy agradable...
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Nuestro brillo
Teen FictionCriada para ser la chica perfecta en todo, creció en un mundo donde siempre le dejaron en claro que no merecía nada bueno, que nunca lograría brillar y ser querida por alguien. El... el chico carismático que contagiaba alegría a su paso , le gustab...