Capitulo 26

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26 de febrero

Arabella

Mi mañana había empezado de la mejor manera posible. Discutiendo con mamá por el asunto del matrimonio.

Palabras hirientes, aunque no tanto vinieron de su parte. Y como siempre no fui capaz de responderle.

Ni siquiera me esforzaba de contestarle, aunque le diga o le responda de la misma manera que ella, seguiría en su posición. No cambiaría de idea.

Por ende si quería evitar ese matrimonio, tendría que lograrlo por mi misma.

Aunque no sabía cómo hacerlo, me daba la impresión de que en la biblioteca podría encontrar algo.

Mi mejor opción en este momento era esperar a que mis padres se fueran del castillo mañana por la mañana. Me tenían muy vigilada últimamente, cada movimiento y paso que daba, ellos querían saberlo.

...

Mi madre organizó una cena con el duque y mi "Prometido" está noche. Le avisé a Dustin que no podría ir hoy al árbol, para que no fuera y perdiera tiempo.

Toda la tarde se había empeñado en hacerme lucir como el perfecto estereotipo de "princesa perfecta".

Esto es una farsa, pero bueno dejemosla con su falsa realidad.

El reloj marcaba las ocho cuando el amaba de llaves entró a mi habitación anunciando que el duque y su familia ya estaban aquí.

Mi madre asintió y le dio una mirada indicando que se marchara, la señora amy se fue dejándonos solas de nuevo.
Mamá dio vueltas revisandome de arriba abajo, buscando algún defecto.

Me dedicó una mirada fría y vacía, como lo hacía usualmente antes de decirme algo.

-Si lo arruina hoy, ten en cuenta que esto es tu futuro. Fracasa y habrás fracasado como la princesa que he forjado durante todos estos años. Tienes que ser perfecta- exclamó con firmeza para después salir de mi habitación.

Gracias por recordarme lo de ser perfecta eh, sinceramente no lo había notado...

Apenas salió fui hacía el espejo, miré mi reflejo en el.

Mi cara y expresión eran completamente diferentes a cuando estaba con Dustin. Estos días, semanas habían sido especialmente duros, mis únicos momentos felices eran con Dustin.

Tenía la mirada perdida en el espejo hasta que recordé.

El collar.

Mire el pequeño dije que caía sobre mi cuello, y recordé lo que Dustin me había dicho.

<<Refleja los momentos que más felices te hacen>> me dije a mi misma.

Abrí el pequeño dije y enseguida se reflejó algo, aunque no lo suficientemente claro como para que pudiera distinguirlo.

Pero, segundos después sólo note. Era el día en el que Eila me había llevado a un "concierto" en su habitación.

De tan solo recordarlo una sonrisa se formo en mi cara.

Recuerdo perfectamente que esa noche eran las Dos de la mañana cuando Eila me sacó de mi habitación con la excusa de que tenía algo que enseñarme. Tenía cinco años, pero recordaba perfectamente cómo entre nosotras habíamos presentando ante la otra distintas canciones, como si fueramos Cantantes profesionales.

Nuestro brilloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora