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El tío Ten nos reunió en la casa para darnos la respuesta de los exámenes de compativilidad y de los que me hice hace unos días para ver como estaba mi salud.

–¿Qué ocurre?¿Hay buenas noticias?-indagó mi padre tomando la mano de mamá.

–Desgraciadamente no lo son, los Bae no son compatibles y la salud de Rosé se está deteriorando demaciado rápido, incluso más de lo previsto-contó, los llantos y lamentos inundaron la sala, pero de mi no salió nada «supongo que ya me hice la idea de que moriría, de que no hay salvación posible y me duele mucho que mi familia aún conserve las esperanzas, yo también las tenía pero después de tantos golpes que da la vida vas dejando de confiar en esas cosas, en los milagros»–Necesitamos encontrar un donante, lo más rápido posible o puede ser demaciado tarde-al escuchar sus palabras Nayeon se sentó en mi regazo abrazándome por el cuello, y Tae y Lisa también me abrazaron pero cada uno por un costado, sonreí ante su reacción «quien se iba a imaginar que yo los consolaría a ellos en vez de ser al revés, se me apretaba el corazón con solo verlos así, no quiero pensar en que pasará si no encontramos a un donante y yo...muero»–Ya mandé las muestras a los bancos de médula pero hasta ahora no hay respuesta.

–¿Y qué podemos hacer nosotros? no podemos perder a nuestra niña-la voz de mi madre se quebró y con ella mi corazón «nunca la había visto así, y todo por mi culpa, por tener esta maldita enfermedad que daña a todas las personas que amo».

–Aún quedan sus padres-todos fijaron su vista en mi abuela cuando pronunció esas palabras–nosotros no somos compatibles, pero aún queda nuestra hija y el hombre con el que estuvo, eso nos dice más familia y eso significa mayor posibilidad de donantes-aclaró regresándole el brillo a los ojos de todos los presentes, pero yo no sé como sentirme «quiero estar feliz como todos, pero tengo miedo de que las cosas vuelvan a salir mal y me duela el doble».

–Los encontraremos, a todos los familiares que podamos, aunque antes tengo que pedirle un favor señora Chaeyoung-mamá miró espectante a Lisa esperando su siguiente frase–¿podría convencer a Rosé de que vaya al baile de primavera?

–¿Y cuál es tu interés en que ella vaya?-preguntaron mi papá y mi tío al mismo tiempo causando las risas de todo menos la de la interrogada.

–Es que yo le pedí que fuéramos juntas al baile pero nunca me contestó-susurró con la cabeza baja y yo mordí mi labio inferior para no reir «así que se trata de eso, unos días antes de mi cumpleaños estábamos en el parque tomando un helado y me pidió que fuéramos pareja en el baile, pero me puse tan nerviosa que se me cayó el helado y manché mi ropa, después de eso no tuve oportunidad de aceptar su propuesta».

–Nadie tiene que convencerme, claro que acepto ir contigo-musité con ardor en las mejillas «decir eso en mi mente sonaba menos vergonzoso» sus ojos conectaron con los míos y dejó un casto beso en mis labios enrojeciéndome por completo.

–Y después ellas dicen que no tienen nada-cuchicheó Nay recibiendo un codazo de Tae–Auch..es cierto, las personas no andan besando a otras personas porque sí, tiene que haber algo entre ellas para que eso pase.

–Cállate ya, a veces te pones muy pesada, si no fuéramos gemelos diría que eres adoptada-le reclamó haciéndola callar.

–Entonces mañana iremos de compras y buscaremos todo lo necesario-celebró mi madre «no me gusta salir de compras y a ella sí, por eso que yo vaya la emociona tanto, sobre todo porque es para ir a un baile, nunca antes había querido ir a alguno».

–Si no es mucho atrevimiento de mi parte me gustaría darte algo para el baile-mi abuela comentó con cautela, aún no se acostumbra a que todos los aceptaron bien, después de todo somos familia.

–No hay ningún problema, es más ¿te gustaría venir mañana de compras con nosotras? es su primer baile y todo tiene que ser perfecto-propuso «Rosie ya es perfecta» escuché a Lisa susurrar y le dediqué una sonrira haciéndola sonrojar.

–Por supuesto que sí-«y así quedó, mañana me torturarían probándome cientos de vestidos y tacones».

Unos minutos después todos nos despedimos, los invitados se retiraron y cada quien subió a su habitación. Me duché primero y luego fue el turno de Lisa, nos acostamos y por más que intentaba mantenerla alejada como el resto de las noches, esta vez no se detuvo y me abrazó separándose en el instante que nuestras pieles chocaron.

–Estas ardiendo-tocó mi frente y mis mejillas, suspiré.

–No pasa nada.

–¿Cómo que no pasa nada? Tienes fiebre, esos es muy malo-se levantó pero la detuve tomándola del brazo.

–No es nada, no te preocupes, ya se pasará-intenté calmarla y se sentó en la cama sobándose el puente de la nariz.

–¿Desde cuándo?

–¿Desde cuándo qué?-inquirí sin entender a que se refería.

–¿Desde cuándo pasa esto?¿desde cuándo estás así?-«esto es exactamente lo que no quería, no quería que se preocupara, ya tiene suficiente con lo que supo de su padre y no querer hablar aún con su madre como para que yo la esté atormentando con mis cosas».

–Creo que una semana-jugué con mis manos mirando el colchón.

–Sabes que esto es peligroso, tu cuerpo se preocupa por convatir la fiebre en vez del cáncer, por eso estás empeorando de esa manera, te estás comportando de una manera muy egoísta, ¿qué crees?¿qué con dejarte morir nos dolerá menos? pues te equivocas, porque saber que estabas mal y que no confiaste en ninguno de nosotros nos dolerá más, nos dolerá más saber que pudimos hacer algo para evitarlo y que no lo hicimos-su voz se elevó y algunas lágrimas escaparon de sus ojos.

–Perdón-musité quebrándome–Cre-creí que y-ya ten-ían demaciado con l-lo que es-tá pa-san-do -aclaré como pude y ella me envolvió en sus brazos.

–Solo no lo vuelvas a hacer ¿está bien?-asentí sorbiendo mi nariz–Voy por una pastilla y hielo para bajar tu fiebre, no te preocupes ¿sí? todo saldrá bien-salió de la habitación dejándome sola «¿realmente tendré una oportunidad de curarme y que todo salga bien?».

Una última esperanza (Chaelisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora