Los Monstruos También Aman. ©

☠ Andreus ☠

«Antes de que empieces a leer aclaro que está parte que narra Andreus pasa en el transcurso de tiempo que se van con Maya al hospital»❤️

Las verdades no son más que mentiras disfrazadas.

Andreus.

Terca.

Orgullosa.

Prepotente.

Ingenua.

Así es Eloísa. Pellizco el puente de mi nariz buscando calma la ira que comienza a surgir al ver como la inconsciente de Eloísa se queda sola en un lugar tan solitario.

—Voy a estar bien, después de todo soy una asesina —es lo último que la escucho decir antes de que Athan empiece a manejar.

—Si que es valiente —comenta Defne removiendo su cuerpo provocando que quede muy cerca de mi entrepierna, sé lo que planea así que con delicadeza la coloco a un lado de Adrián.

—No la llames valiente, es una estúpida —digo con molestia—, Estoy seguro que le pasará algo por estar de cabeza hueca.

—Si tanto te preocupa, ¿Por qué no fuiste con ella? —cuestiona Angie para luego formar una sonrisa pícara.

—¿A caso crees que soy su guardaespaldas? —le digo en respuesta.

—Yo pienso que estará bien —objeta Adrián.

Entrecierro los ojos en su dirección y acerco mi mano hasta su brazo para luego pellizcarlo con fuerza.

—No hables de lo que no sabes.

Le digo y desvío la mirada a la ventana, nos falta poco para llegar al hospital que nos indicó Asima por medio de un mensaje.

—Athan, querido te noto preocupado. —Me es inevitable no rodar los ojos ante la dulzura fingida con la que Defne le habla al marica que va al volante.

—Estoy bien, solo me duele un poco la cabeza —se limita a decir mantenimiento la mirada al frente.

Minutos después llegamos al pequeño hospital que fácilmente puede pasar desapercibido gracias a su estructura poco favorable.

—Necesito que Adrián y Athan esperen en un lugar cerca hasta que aparezca Eloísa —ordeno saliendo de la camioneta.

Defne y Angie me siguen el paso cuando me adentro al lugar, hay muchos guardias repartidos en lugares pero saben pasar muy desapercibido ya que si no fuera porque estoy entrenado y que los conozco sin duda pensaría que son doctores y pacientes como es el caso de Defne.

—Grr, cuántos doctores apetecibles hasta me dan ganas de enfermarme —halaga en voz alta, los guardias ni siquiera se mueven ante su declaración por lo que susurra: —Amargados.

Seguimos caminando hasta dar con la habitación quince en la cual se encuentra Maya un poco estabilizada.

Hace rato le pregunté a Eloísa si era en serio lo de matar a Ronaldo porqué en realidad yo estaba dispuesto a matarlo, desde hace mucho lo estoy pero siempre una de las hermanas me cierra las puertas, pero sé que tarde o temprano ese malnacido pagará todo lo que ha hecho.

Angie da pequeños toques a la puerta hasta que permiten la entrada, abre la puerta blanca con un poco de inseguridad y me exaspera tanto que termino empujándola.

—¡Andreus! —chilla.

Ruedo los ojos y volteo a ver a Defne, es alta pero aún así tengo que bajar la cabeza para verla al igual que con Eloísa.