Extra.

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Feliz día del amor y la amistad. ♥️

(Esto pasa en las semanas que Eloisa se quedó en casa de Andreus luego del disparo)

Me niego a olvidar esto, juro que me voy a vengar.

Adrián no puede ser más insoportable, le perdono haber robado el auto de mi padre pero ir y decirle a Andreus que yo me comí el pastel de su nevera; ya eso es pasar los límites.

—¿Y bien? —insiste Andreus cruzado de brazos mientras mira alternando la vista entre Adrián y yo.

—Tengo pruebas de que fué ella, incluso Athan lo sabe —interfiere apretando los labios.

—A mi no me metan en sus líos —Athan se aleja de la sala.

—Ese pastel era un regalo para tí así que ni modo —continua hablando Andreus—, no me molesta que lo hayas tomado pero para la próxima, pregúntame.

—¡Que! —chillo poniéndome de pie— ¡¿Me estás diciendo que el pastel era para mí y que Adrián se lo trago?!

El susodicho sonríe abiertamente y con evidente burla limpia la comisura de sus labios.

—Ups.

No me molesta que se haya comido, ni siquiera me importa; me molesta el hecho de que me esté culpando de algo que sabe que no hice.

—¡Lo mato! —exclamo lanzandome encima de él y golpeando su cuerpo con mis puños.

—Ay por Dios —escucho la voz de Andreus.

Él por la sorpresa de los golpes se mantiene inmóvil, lo que aprovecho para seguir golpeando con la ira recorrer cada fibra de mi ser.

—Hey fiera, detente —unos brazos me envuelven desde atrás pero no me detengo y le lanzo patadas a lo que Adrián sigue sonriendo como idiota.

—¡Sucio mentiroso!

—¡Sucio mentiroso! —exclama intentando imitar mi voz.

—¡Adrián! —exclama Andreus cuando intento safarme de su agarre.

Dado que no puedo escapar me mantengo dedicándole miradas y señales de muerte a Adrián hasta que Andreus me saca de la sala.

—Ya bájame —pido cuando estamos cerca de mi habitación.

—¿Ya se durmió la fiera que había despertado? —bromea.

—No molestes —frunzo los labios.

—Sé que no tomaste el pastel, Adrián solo te jugaba una broma —confiesa.

—Ese grandísimo...

—Shh —coloca su dedo en mis labios logrando así detener la grosería que amenazaba con escapar.

Sus ojos esmeraldas se encuentran con los míos y por un momento siento como si el tiempo se detiene y solo estamos nosotros dos en este angosto pasillo compartiendo miradas, siento mis manos sudar y mi corazón latir a mil por segundo.

—¿Te pongo nerviosa? —pregunta acortando un poco la distancia entre nosotros.

—No. —enarco una ceja.

Dejamos de hacer contacto visual cuando acerca su rostro a mi cuello y deja leves caricias con su nariz, casi por instinto cierro los ojos disfrutando de el placer que produce en mi.

—Buenas noches —susurra antes de pasarme por el lado sin decir más nada.

Pese a que no está ya conmigo me mantengo de pie como una idiota enamorada, si las paredes pudieran hablar estoy segura que se juntarían para murmurar de lo perdido que está mi corazón por culpa de ese monstruo de sonrisa coqueta.

Abro y cierro la puerta de la habitación que comparto con Angie mientras un suspiro escapa de mi.

—Malparido —susurro sonriendo.

Busco el interruptor de la luz y cuando lo encuentro jadeo al ver la habitación en la que estoy, un nudo se forma en mi estómago y no sé si es de sorpresa o de emoción.

El lugar está lleno de pétalos de rosas azules que hacen juego con la luz roja, bajo la vista al suelo notando un peluche pequeño de color negro el cual lleva un pequeño papel.

Lo sostengo entre mis manos con una sonrisa imaginando lo que dirá el contenido.

Porque no solo el rojo significa amor, el azul significa pasión, deseo y sobre todo esa magia que te caracteriza.

Athan.

N/A:

Holaaaaa

Llevo más de una vida desparecida, perdón por eso. 🥺

Ese es unas pequeñitas escenas que escribí por el momento pero que solo durará 48 horas y es un pequeño regalo por estar ahí al pendiente y enamorarse al igual que yo de esos monstruos de mirada extravagante y sonrisa coqueta. 😘

#SeLesQuiere. ♥️

Los Monstruos También Aman. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora