CONEJO.-IV

14 8 1
                                    

Fui directamente a mi departamento, debía terminar el trabajo.

Arti no fue quien me recibió, apenas abrí la puerta me topé con Jessi, estaba bebiendo café con William, el sujeto se veía muy relajado asta que me vió, palideció y salto de su silla tratando de huir de mi.

Jessi creo una cadena de hielo encadenándolo por cuello hacia el piso.

—¿Tu también eres uno de esos mutantes?— dijo William aterrorizado.

—No te preocupes por los detalles amigo— le dirigí la palabra sin voltear a verlo —De una u otra forma morirás.

Tanto Jessi como William voltearon a verme al mismo tiempo.

—Descuida Jessi, este tipo debe morir, mi  virginidad anal está en juego— le expliqué.

—¿De qué mierda hablas?— Jessi solo parecía más y más confundida.

—Ya te lo explicaré después.

Desenfunde mi revólver y dispare a quemarropa contra William. Falle.

Dispare de nuevo. William estaba echo un ovillo en el suelo. Sin embargo volví a fallar.

Saque mis puños americanos, sujete a William del cuello y lance un golpe recto directo a su nariz con la intención de volar su tabique asta su cerebro.

Algo defendía a William.

Mi puño jamás impactó en su cara, por más presión que ejercía era como si hubiera varios metros de distancia entre mi puño y su nariz. Mi puño jamás logró impactar.

—No puede ser... ¿Como es que él pudo salir ileso?— Jessi estaba más impresionada que yo —¿No se supone que ya lo habían golpeado antes?.

—Si... Creo entender lo que sucede— Patee a William en un costado con éxito haciéndolo llorar.

—¿Y ahora? ¡Vamos explícate Moe!— Jessi ya comenzaba a irritarse.

—El hijo de puta tiene un milagro, al parecer lo protege de morir— comencé a explicar —Tal parece que puedo golpearlo pero solo cuando la intención es de lastimarlo, pero cuando intento matarlo su milagro se activa y evita sus lesiones.

—Que conveniente— Jessi se dejó caer en el sillón —¿Cual es el plan ahora?.

—Te contaré los detalles luego, primero debo buscar a Arti.

Busque a Arti por todo el departamento pero no la encontré, ni una nota ni nada, solo desapareció.

Tal vez se ocultó de Jessi y debe de haberse asustado al verla soltar a William, sin duda encontró la oportunidad de escapar y lo hizo.

—Oye linda, ¿No viste a una niña por aquí cuando llegaste?— debía descartar cualquier posibilidad.

—No, cuando llegue la puerta estaba cerrada así que forcé la cerradura pero eso fue todo, no había nadie más aquí a excepción de tu prisionero— dijo Jessi comprobando mi teoría de que quizá asustó a Arti.

—Bien, te contaré lo más importante, no tenemos tiempo que perder— me senté en el sillón junto a Jessi —Acabo de matar al Sr. Díaz, también conocido como Guapo.

—¿Qué acabas de decir?— el rostro de Jessi se ensombreció.

—Lo que escuchaste— respondí a secas.

—Eres más estupido de lo que creía— me contestó con cierta molestia —¡¿Tienes idea de a quien mataste?!.

—Supongo que tú lo sabes mejor que yo— obviamente lo sabía pero no tenía tiempo para eso.

El TopoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora