Mientras se dirigían al Primer Murim para encontrarse con la "Santa de la Espada Rompiendo el Cielo", Kim Dokja y Yoo Jonghyuk se encuentran envueltos en un extraño escenario nuevo nunca antes visto en Formas de Supervivencia, en el cual pueden que...
Lo único que se oía por la habitación eran nuestras respiraciones que ahora estaban irregulares.
Nos habíamos tapado con una sábana pero seguíamos desnudos. Fue extraño, me sentía un poco adormecido pero no quise dormirme, quería hablar con Yoo Jonghyuk un poco más.
Ahora yo estaba acostado sobre su pecho aferrado a su masculina cintura mientras que Yoo Jonghyuk acariciaba mi cabello.
—Me gustaría quedarme aquí— no dijo nada— me gustaría hacer un par de cosas antes de irnos.
—¿Cómo qué?
—Tener una vida ‘normal’ por ejemplo: tener una cita y descansar aquí.
—Es eso, ¿O quieres quedarte aquí para tener sexo conmigo?
Me reí y mordí su hombro para que dejara las bromas.
—Eso también— murmuré— pero quiero hacer aquí lo que los escenarios no nos dejarán hacer allá.
—Los escenarios no me detendrán para pasar las noches contigo— dijo provocativamente.
—Basta, estoy hablando en serio.
—Yo también lo hago.
Volví a morder su hombro. Este pervertido.
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Abrí mi boca para recibir la comida que Yoo Jonghyuk quería darme. Se veía muy serio pero eso no quitaba lo lindo de la situación. Parecía que se volvería su costumbre alimentarme en la boca todos los días.
—Abre la boca.
Yoo Jonghyuk miró la comida que iba a darle, parecía que lo estaba pensando. Tuve que tomarlo de la mandíbula y abrir yo mismo su boca para alimentarlo. Nos miramos por un momento y después reímos.
—Ustedes parecen más unidos...— Han Sooyoung nos miró asqueada.
—¿Ah sí?
—¿Y a ti que te importa?
Hablamos al mismo tiempo. Le tapé la boca a Yoo Jonghyuk por ser tan rudo (por lo regular siempre terminaba en una discusión con Han Sooyoung) pero él la agarró y la mordió.
—Han estado muy cariñosos desde hace una semana, la misma semana desde que llegamos, ¿No piensan detenerse?— Sooyoung nos arrojó una roca que tomó del suelo.
—A mi me gusta, él maestro se ve más feliz que nunca.
Giramos a ver a Yoo Jonghyuk. Tenía el rostro serio y sombrío.
—Sí, muy feliz— se burló Han Sooyoung.
—Yo estoy de acuerdo con Lee Jihye— se integró Lee Seolhwa— ambos se ven contentos.
Volvieron a vernos. Puse el rostro más serio que pude.
