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-Demonios, Steve, ¿Como carajos pretendes que aprenda a jugar esta mierda? Las teclas se me revuelven. 

Hago a un lado el teclado de mi computador de manera brusca mientras el continúa riendo estruendosamente.

Me encuentro jugando al Fortnite con mi novio Steve, él es un maldito obsesivo con cualquier videojuego o lo que sea, usualmente hacemos cosas como ver películas, hacer tareas juntos, tomar helados, todo eso... Hoy es diferente, acepte su propuesta de jugar con el uno de sus estúpidos juegos y no resultó nada bien pues después de 30 minutos quiero cortarle la cabeza, el rié divertido y yo solo me frustro más a cada minuto.

-Wanda... vamos, solo debes concentrarte en el juego, los comandos surgirán de manera natural en ti, después de un par de meses ya sera memoria musucular. 

No despega la mirada del monitor, y esa sonrisa perfecta y burlona tan suya tampoco se desaparece de su rostro.

-Bien, suficiente para mi, largo.

Me levanto del asiento rendida para después lanzarme a la cama harta de la situación.

Steve se acerca de manera sigilosa a mi lado, apoya su cabeza encima de sus codos y deja un beso rápido en mis labios, ambos sonreímos. Debemos mantener la puerta de mi habitación abierta por ordenes de mi madre... Así que hay que ser cautelosos.

El continúa diciendo cosas que me hacen reír para evitar que me enoje de verdad, verlo así de cerca... realmente es lindo y ¿estúpidamente perfecto? No lo sé, parece como de película, a veces eso me abruma mas de la cuenta.

Su teléfono comienza a sonar, por reflejo ambos miramos a la pantalla que parpadea, y el nombre que se ilumina es "Romanoff" junto con la imagen de aquella rusa insoportable.

'Ugh, Natasha' pienso. 

Es literalmente un dolor en el culo, y... también la mejor amiga de Steve.

El castaño me da una mirada de "No me mates" antes de responder, él es muy consciente de que no nos agradamos para nada pero aun así sobrellevamos la existencia de la otra pues ella es la mejor amiga, y yo la novia.

"Si, ya sé, probablemente llegaré un poco más tarde, les dije que estaría ocupado." 

Steve se ve bastante avergonzado hablando al teléfono, se escuchan bullas y gritos al otro lado de la línea que son indescifrables, Steve continúa un rato intentando hablar hasta que escuchamos un claxon fuera de mi casa.

 Ruedo los ojos y doy un fuerte suspiro, ahí esta esa bola de imbeciles...¡Increible!

-Vinieron a buscarte... De nuevo - Mi voz sale en un tono más triste de lo que busco, el me mira con aquellos ojos de perrito.

-Hey, sabes que prefiero quedar-

Sentados en la orilla de mi cama mientras él toma mis manos de una forma tierna, mi madre entra con una sonrisa a mi habitación, interrumpiendo a Steve.

-Vinieron por Rogers.

 El rápidamente me suelta la mano, 'Marica' digo para mis adentros, no consigo evitar soltar una pequeña risa y el me miraconfundido.

 - Dios,Steve solo ve y ya, de cualquier manera me habías aburrido.

El pone una cara de ofendido pero sabe que solo es una broma, o quizá no... en fin, no es momento de pensar esas cosas.

Recojó su mochila y lo acompaño hasta el borde de la calle donde se encuentra estacionado el automóvil de aquella rubia barata y el trío de bobos que son Steve y sus amigos. 

Los chicos realmente no me desagradan, solo actuó como si lo hicieran.

- Te veré mañana temprano.

Hungry EyesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora