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Un mes después de la confesión de Melina.

Hemos encontrado un donador para Yelena, es el hombre que debe ser su padre.

Melina lleva más tiempo sobria que nunca, y cuando mis padres dejaron de insultarse entre sí, mi madre confesó que años atrás había tenido una aventura con Alexei Belova, un idiota... O al menos eso fue lo que dijo mi padre.

No quiso hacerse cargo de Yelena en su momento y la idiota de mi madre creyó que engañar a Iván sería la mejor opción... Nunca había visto a mi creador tan molesto, tan herido... Se notaba en su voz, en sus movimientos, en la manera en la que miraba a mi pequeña hermana...

Una mierda todo.

Alexei Belova llegó esa misma semana, y después de un par de análisis... Se comprobó todo, era él, el padre y el trasplante perfecto de médula ósea. Iván pudo haberlo asesinado con sus propias manos,eso era seguro.

Pero no lo hizo.

Mi madre hablaba acerca de rehabilitarse y todavía no decidían hablarle a Yelena con la verdad.

Aquel mes había estado con ella como nunca antes,y justo como habíamos acordado, el día después se la graduacion fue ella misma quien corto mi cabello.

Por un momento realmente me hice la idea de que estaría calva pero Yelena decidió únicamente dejármelo corto.

"Lo dejaré hasta aquí... Así podré tener de hermana a la Capitana Marvel, Nat..." — Fueron las palabras exactas de mi hermana mientras rodeaba mi cabeza con la maquina.

Únicamente cedí a su propuesta con una sonrisa sin saber realmente quién coños era esa tal Capitana Marvel.

Pasar tiempo con mi hermana era tan bueno como siempre, el problema es que ella hacía preguntas, y contaba cosas, y se hacía ideas. Y no tenía miedo de decirlo. Cuando se entero de que ninguno de sus familiares podría donarle fue realmente duro.

—"Creo que moriré aquí, Tasha... Ni siquiera papá podrá darme un poco de su sangre y él es el más fuerte de todos nosotros... —

Su voz salió llena de desilusión.

Recuerdo tomar su mano tratando de no llorar ante la inocencia de sus palabras.

— Yo soy más fuerte... Obviamente — bromeé haciéndola reír... — pero no morirás, ¿entiendes eso? Aún eres joven, y yo soy mas vieja, así que yo me iré antes que tú... — la pequeña me miraba frunciendo las cejas en desacuerdo... — no te preocupes por eso, encontraremos a alguien, y cuando te des cuenta, estaremos de vuelta en casa.

— ¿Y podremos salir a caminar con Tom Jork, llevarlo a tomar helado...? — Asentí de manera triste ante la mención del perro de Wanda.

— Haremos todo lo que desees hacer una vez que estés fuera de este sitio, bicho... —  mi hermana se aferró a mi cintura y continuamos mirando las caricaturas de superhéroes que tanto le gustaban, en el cuarto de hospital.

Pero la verdad no es esa.

En realidad no sé si ella saldrá pronto, o si tan siquiera saldrá de ese sitio... Únicamente quiero creerlo.

Steve se ha marchado al ejército... No sin antes intentar ser donador para Yelena, no pudo... Con Peggy fue lo mismo, ¿No es una mierda todo? Tantas personas y, según las palabras de la Doctora Bailey, la única coincidencia esperada era la del padre biológico.

Un hombre que en 10 años no se había molestado siquiera en llamar sería el elegido para algo tan importante...

Scott se había mudado a un pueblo a unas horas de Seattle, Sam estaba en California preparándose para la nueva temporada de fútbol.

Hungry EyesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora