Hungry Eyes

Capítulo 33

Natasha's Pov

Con el paso de las semanas los trámites escolares se volvían más difíciles de ignorar así que decidí que era tiempo de hablar con mi padre.

Era su día libre por lo que fuimos juntos a llevar a Yelena a su entrenamiento de natación mientras que nosotros tomábamos un helado justo en frente del lugar.

-¿Qué es tan importante como para hablarlo fuera de casa...? - Comencé a jugar nerviosa con mis pies.

Tome un fuerte suspiro... Era hora.

- N.Y college... - Murmure.

Mi padre abrió los ojos en sorpresa.

- Se que estas preocupada por eso, estuve revisando y quizá podríamos costear unas matrículas aquí en Seattle o incluso hay una escuela en San Francisco pero N.Y, Tasha, incluso aunque quisiera... - a mi pobre padre se le veía angustiado.

- Me anote a un programa de becas, y gracias al promedio que he mantenido toda la preparatoria pase la primera fase, he estado estudiando y presentaría de manera formal para la beca el siguiente mes... - Iván me miraba atento... - viviría en el campus, incluye comidas y todo eso... Es un lugar grueso, ¿sabes? Me dará una oportunidad en la vida.

-¿ De qué estamos hablando? Pensé que la carrera para maestra no era tan ostentosa.

-No, no me anoté para ser maestra... Es para la facultad de medicina, Ivan.

Él tomo mi mano un rato.

- ¿Así que, medicina...? - Asentí - me gusta esa idea, aunque sigo creyendo que N.Y es caro.

- Hable con Bob, el jefe del trabajo y he cumplido ya los 18 entonces puede darme el cambio a la sucursal de N.Y, quizá necesite un poco de ayuda con los materiales pero será temporal... Cuando sea residente tendré un sueldo, y me las arreglaré yo sola, ¿bien?

- Me gustaría poder hacer más por ti, por Yelena... - sentí mi corazón apretarse.

- No la quiero dejar, Iván... - Admití - Melina no hará un buen trabajo, y mientras yo esté aquí ella no tiene que preocuparse por vigilar a la alcohólica de su madre pero si me marchó... No quiero que pase lo que yo pase.

- Si te vas, si quedas en la universidad... Regresarémos a Rusia, Natalia. - Vaya, eso sí me sorprendía... - mi madre me dará una mano y podré mantener mi trabajo con suerte.

Lo difícil de todo no era decirle adiós a Iván, era tener que despedirme de Yelena sin la certeza de que estaría bien lejos de mí.

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Me encontraba tomando los libros necesarios de mi casillero antes de ir a clases cuando tropecé con Wanda.

Odiaba que sucediera eso.

Ella y yo habíamos intercambiado un par de palabras en clases así que no seguíamos del todo peleadas pero era incómodo.

- Álgebra... ¿Estudiaste para la prueba? -- Murmuró apoyándose en el casillero a lado mio.

Al levantar la mirada hacia ella no pude evitar que mi corazón comenzará a latir un poco más rápido.

Aquel día probablemente despertó tarde pues su cabello no estaba lacio como siempre, sino en ligeras ondas, en su estado natural... Como siempre rompía las reglas usando pantalones así que no vestía faldas como el resto de nosotras, siempre me pareció curioso.

Tenía los cuatro primeros botones de la blusa sueltos como de costumbre y en sus ojos había una pequeña capa de maquillaje.

No pude evitar soltar una pequeña sonrisa mientras la observaba... ¿ Es acaso posible sentir tanta devoción y enamoramiento por una persona? Porque no debería serlo.