54 (+18)

1.2K 116 100
                                    

— ¡Espera... Tasha! — La rubia me tomó del hombro evitando que saliera del aeropuerto.

Me giré sorprendida.

Lo siguiente que sentí fueron sus labios contra los míos, y sus manos rodeando mi cintura mientras me acercaba más a ella.

Solté un pequeño suspiro en medio de todo, y pude sentir como sin separarse de mí, ella sonreía.

—¿Debería tomar esto como "te amo de vuelta"? — Pregunté de manera ingenua haciendo a Wanda reír.

— Obvio que te amo de vuelta, imbécil... ¿No pudiste haberlo dicho en algún momento entre los últimos años?

Negué.

— No, Wands... Debes entender, a veces cuando te miro olvido hasta como respirar... — admití con la cabeza baja.

— Eres lo más lindo y tierno que conozco, Tasha...

El carraspeo de la madre de Wanda provocó que nos separáramos.

— ¿Cuándo ustedes dos pensaban decírmelo? — Me dio un pequeño guiño de complicidad mientras continuaba intimidando a Wanda.

— Y-yo... Nat y yo, es decir... Fuimos novias, ahora no lo somos...Pero lo seremos pronto — entrelazo nuestras manos y fue entonces cuando me sentí viva de nuevo... — ¡sorpresa!

— Bien por ti.... Romanoff es la residente más prometedora, no podría estar más feliz.

Wanda me miró apenada y Addison se marchó del lugar con Lorna y Yelena tras ella.

— Mi madre te ama... — dijo aún sujetando mi mano.

— No, no... Una de las mejores especialistas de cirugía fetal en el mundo cree que soy la residente más prometedora... Barton estará realmente celoso.

-¿Barton?.. - asentí.

-¿Lo conoces? - pregunté confundida.

-Pietro me dijo que se crusheo por primera vez con un hombre y ese era el nombre.

Comencé a reír sorprendida.

-Lo supe... siempre lo supe.

-¿Estás de trabajo? - negué

- Me queda un día libre.

-Quiero llevarte a un lugar....

//

Wanda y yo no nos habíamos separado en el día entero.

Mi teléfono no paraba de vibrar pero no tenía intención alguna de responder.

Verla sonreír era suficiente para entender que la hambruna mundial había pasado a segundo plano porque sería una completa locura apartar la mirada de tan bello paisaje como lo era ella para resolver problemas mundanos.

Habíamos estado manejando un rato, y sabía hacia dónde nos dirigíamos.

— ¿Quién te enseñó a manejar? — Pregunté.

— Bucky, teníamos como 15... Y chocamos el auto de su padre un par de veces — hizo una mueca — luego Derek nos pagó cursos de conducir para que accediera a prestarnos su auto — rodó los ojos...- ¿Y a ti?

— Iván me enseñó a manejar pero el padre de Steve nos llevó a unas carreras de esas ilegales... Y ahí descubrí las motocicletas así que continuamos yendo y aprendí — conté con un poco de nostalgia.

— Doctora Romanoff... Tantos años de conocerla y no tenía idea de qué asistía a carreras ilegales, o que manejaba motocicletas... — comenzó a acariciar mis muslos y yo coloque mi cabeza en su hombro mientras ella continuaba conduciendo — debes verte jodidamente caliente en una motocicleta, Nat... Amaría verlo.

Hungry EyesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora