Hungry Eyes

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— Ninguna sensación en la vida se compara con verte desnuda... — Murmuró Wanda contra mi cuello.

El agua de la regadera caía sobre nosotras. Con movimientos torpes detuve el agua.

Probablemente llevábamos bastante tiempo ahí.

Acaricie su pecho  y ella se puso de rodillas mientras comenzaba a dejar besos en mi abdomen y apretaba mi trasero.

Dio una lenta lamida por mi centro y casi por instinto mi cuerpo comenzó a moverse sobre su rostro.

— Dios, Wanda... Eres tan buena — susurré agitada mientras sentía como mi vientre era invadido por aquella sensación de hormigueo.

Restregaba su lengua y rostro sobre mi punto sensible con maestría y habilidad, mis piernas comenzaban a flaquear provocando que tuviese que sostenerme de sus hombros.

Cuando sentí mi primer orgasmo llegar, Wanda lo tomó en su boca para después ponerse de pie y penetrarme con dos de sus dedos casi al instante.

— Estás tan sensible... — Murmuró mientras sus labios envolvían mis senos y sus dedos continuaban moviéndose en un vaivén dentro mío... — y nada me pone mas calienta que verte así de sensible.

Sonreí de manera pícara para después comenzar a succionar la piel de su cuello y pecho.

Ella aumentó la fuerza y velocidad de sus penetraciones haciéndome jadear fuertemente.

Del baño del hotel pasamos a la cama.

Mientras Wanda se restregaba encima mío recibió su último orgasmo y finalmente dejó caer su cuerpo rendido en la cama.

Ambas estábamos totalmente cansadas y rendidas, mi cuerpo se entrelazo al de ella y como era ya costumbre, escondí mi rostro en su cuello mientras ella descansaba plácidamente.

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— Ordené hamburguesas con papas fritas, cariño

— Scott se va a casar y con Hope Van Dyke, ¿puedes creerlo?

Wanda comenzó a reír sentándose a mi lado en la cama mientras yo terminaba mi trabajo del hospital en la computadora.

— Hope me llamo hace unos días pidiendome ser su dama de honor, y decidí no preguntar con quien se casaba pues supuse que sería con cualquier tipo millonario, dueño de grandes empresas, o lo que sea

— Me sorprendí también, es decir... Se gustaban desde jovenes pero no se veían como una pareja funcional, supongo que uno no sabe lo que el futuro depara

— Yo si, quiero casarme contigo — Murmuró

Apenada concentre mi vista en el computador únicamente asintiendo ante sus palabras, sin decir nada al respecto

— ¿Tu quieres casarte conmigo? — insistió

— Lo quiero, si

— ¿Todo bien? Te siento un poco apagada

Asentí.

— Lo estoy, te extrañe mucho... — hice la computadora a un lado para montarme sobre su regazo y comenzar a dejar besos por todo su rostro mientras ella reía como un pequeño bebé — todo el mundo habla de ti, has salido en televisión, tienes un contrato genial... Dentro de poco estarás haciendo películas, o participando en los mejores musicales del mundo — Wanda me tomó del cuello en un fuerte beso mientras yo suspiraba rendida — eres muy rockstar y eso solo me hace querer seguir follando — admití

— Hmmm... — Murmuró Wanda besando el área de mi cuello con besos cortos y calientes — me parece una excelente idea, doctora Romanoff...

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