Mi boca se cayó al piso al enterarme, miré a Ruggero y me lancé sobre él a darle de manotazos como loca.
Karol: ¡Eres un idiota! ¡Todo es culpa tuya! —mis padres me apartaron.
Carolina: ¡Karol, cálmate!
Karol: No me pueden hacer eso. ¡Los demandaré!
Ruggero: Tienes 16 años, no puedes demandar.
Karol: ¡Tú cállate, inepto!
Javier: ¡Suficiente! Caro, vete con tus padres y Karol a tu habitación, tienes mucho que empacar... Salen mañana en la mañana.
Karol y Caro: ¿Mañana?
Sra. Kopelioff: Así es.
Carolina: Mañana se regresa Ruggero a Londres y tú te irás con él.
Karol: ¿Aparte tengo que ir con él? Por lo menos nos dividen las clases.
Javier: Te equivocas, viajarás en clase turista.
Karol: ¿Qué? ¡Yo nunca he viajado en la clase corriente! ¿Por qué?
Carolina: Tu padre y yo pensamos que debemos darte una pequeña lección de humildad...
Karol: ¿Y la tendré viajando en clase corriente?
Ruggero: Se llama turista.
Karol: ¡Yo le digo como yo quiera! Y tú cállate que no tienes porque opinar aquí, empleaducho.
Javier: ¡Ya basta! A partir de ahora, total respeto por Ruggero o te mandamos a África.
Karol: ¿Respeto por Ruggero? ¡Ja!
Javier: Vete a tu habitación.
Le dí un abrazo a Caro y subí las escaleras furiosa.
Karol: No voy a ir a ningún maldito internado. Luego me encargaré de tí, Pasquarelli, por ahora debo encontrar la manera... ¡Lo tengo!
Comencé a hacer mis maletas, pero claro para no ir a ese ridículo internado, definitivamente no iba a ir a ese espantoso lugar. Una vez que terminé de empacar entraron mis padres y Ruggero a la habitación.
Carolina: ¿Ya estás lista?
Karol: Si, ya empaque todo.
Javier: Bien.
Carolina: Bueno, hija. Descansa, mañana sale tu vuelo temprano.
Karol: Si, mami.
“Si como no”.
Ruggero sonrió yo sólo le hice mala cara. Los tres salieron, comencé a textearle a Caro. Le conté todo mi plan.
Ya era la una de la madrugada, estaba “dormida” cuando me levante en medio de la oscuridad. Seguramente todas las puertas de salida tenían la seguridad puesta e incluso las ventanas pero las puertas de servicio debían de estar sin seguridad. Después de todo, pensaban que yo no sabía que existían y aún si supiera no pasaría por ahí. Me levante y tome un bolso ligero, no necesitaba ropa, llevaba mis tarjetas, podía comprarme todo un guardaropas nuevo. Bajé las escaleras silenciosamente y llegue a la cocina, me asomé por la puerta de salida del servicio, esta tenía seguridad. ¡¡Maldición!! Nunca pensé hacer esto, pero el fin justifica los medios. Entré al baño de servicio cruzando la cocina del servicio y ví que tenía una pequeña ventana que daba para el jardín trasero. Quité todas las persianas y salí por ahí con mucha dificultad. Atravesé todo el jardín trasero corriendo y llegue al portón principal, ahí estaba el portero, debía burlarlo para salir de ahí.
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Niña Mal
FanficLas fiestas, la ropa, los chicos, la fama, el dinero, la posición social y todos los demás placeres de los que puedo gozar. A mis cortos 16 años he vivido muchas cosas, nada malas por suerte. Padres millonarios y viviendo la vida que me merezco. Me...