Maratón 1/4
Karol: Wow. ¿Con que ahora sabes de diversión?
Ruggero: Contigo hay una cosa que quiero mostrarte ahorita mismo —se inclinó sobre mí.
Karol: ¿Faje?
Ruggero: Faje tendrá un nuevo significado para ti —mojó sus labios, esto me provocó.
Karol: Muéstrame —lo reté.
Ruggero: ¿Recuerdas cuando nos conocimos y tú me tentabas? —yo sonreí y asentí—. Mira —sacó un sirope de su bolsa.
Karol: ¿Me quieres hacer diabética?
Ruggero: Te quiero hacer mía —se abalanzó sobre mis labios y comenzó a devorarlos sin piedad, sentí como la piel de mi cuerpo se erizaba.
Ruggero deslizó mi camisa y se deshizo de ella, yo hice lo mismo con la suya, extrañaba su torso, su piel perfecta que moría por sentir.
Karol: Enséñame lo que puedes hacer, hazme perder el control.
Ruggero: No me retes.
Karol: Te reto a que me muestres que tanto placer puedes dar.
Ruggero sonrió y mordió su labio inferior. Bajó su rostro a mi cuello y lo besó intensamente, quitó lo que me restaba de ropa, yo hacía lo mismo con la suya. Ruggero devoraba cada centímetro de mi cuerpo con una pasión inigualable.
Ruggero: No sabes cuanto te necesité.
Karol: Muéstrame cuanto.
Ruggero: Con gusto.
Ruggero bajó su rostro hasta mi pelvis y me daba lamidas constantes que me hacían estremecer y gemir de placer, presionaba sus manos contra mis muslos y me aferraba a él.
Ruggero: ¿Te gusta?
Karol: Si —dije en un gemido.
Ruggero: No te escucho.
Karol: ¡Si!
Ruggero: ¿Quieres más?
Karol: Si, Ruggero, quiero más —solté un grito de placer cuando continuó—. Oh, por Dios —gritaba sin censura.
Ruggero se levantó, me penetró con fuerza después de dar un ligero masaje entre mis piernas con su ‘amigo’. Era incontrolable, no podía detener los quejidos de placer que escapaban de mi boca.
Ruggero: Pídeme más.
Karol: ¡Ruggero! ¡Te estás aprovechando! —reí.
Ruggero: Hazlo o paro.
Karol: No, no, no pares, continua.
Ruggero: Dime... ¿Quién es mi niña mal?
Karol: Yo —decía en un gemido.
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Niña Mal
FanficLas fiestas, la ropa, los chicos, la fama, el dinero, la posición social y todos los demás placeres de los que puedo gozar. A mis cortos 16 años he vivido muchas cosas, nada malas por suerte. Padres millonarios y viviendo la vida que me merezco. Me...