Maratón 2/5
Xxx: ¿Disculpe, usted es visita?
Karol: No, soy paciente pero es que el doctor se puso raro, venga a ver.
Guié a la enfermera hasta la habitación, abrimos la puerta y Agustín seguía atado forzajeando para soltarse.
Enfermera: ¡¡Oh, mi Dios!!
Agustín: ¡Sácala! ¡Sácala ya!
Karol: Yo lo atiendo, mejor vaya a atender sus asuntos —la enfermera salió yo cerré la puerta.
Agustín: Desátame ya, dije todo lo que me pediste.
Karol: No te me pongas rudo porque no me quieres ver enojada.
Agustín: ¿Qué debo hacer para que me sueltes?
Karol: Así está mejor —desamarré sus pies.
Agustín: ¿Sabes que te haré pagar cuando me sueltes, cierto?
Karol: Sí, lo sé. Por eso mismo lo hago —lo solté por completo.
Agustín: Sé que encanta ver a la gente con la sangre hirviendo, por eso mismo no lo haré —se pegó a mí, él seguia totalmente desnudo.
Karol: Ponte algo de ropa, no vaya a ser te dé frío —reí y salí de la habitación.
Agustín: No te vayas, debemos comenzar la terapia.
Karol: Ah, o sea que eso no era de mentira.
Agustín: Claro que no, yo si estudio psiquiatría.
Karol: ¿Qué clase de contradicción es esa?
Agustín: Que sea un chico mal no significa que no sea útil en el mundo, de algo me sirvió estar interno un año en Inglaterra.
Karol: Si, se nota.
Agustín: A tí sólo te sirvió para enamorarte del guardia.
Karol: ¿No te bastó lo que te hice hace rato, verdad?
Agustín: La verdad es que me encantó —dio un mordisco en el aire a dos centímetros de mi cara.
Karol: Sí, se notó por los quejidos... Muy sexys.
Agustín: Igual que tú... Noté que Pasquarelli no perdió el tiempo y te hizo suya antes que alguien más lo hiciera.
Karol: No puedo decir lo mismo de ti, no podría nombrar la lista de nombres que traes tatuada allá abajo.
Agustín: Tú las borrarías todas —me tomó de la cintura.
Karol: Lo haría, pero... Sería demasiado fácil y no quiero corazones rotos.
Agustín: ¿Corazones rotos? —rió—. ¿Quién dijo que tenía que ir involucrado el corazón? Conoces la regla principal de esto. ¿No?
Karol: No te enamores.
ESTÁS LEYENDO
Niña Mal
FanficLas fiestas, la ropa, los chicos, la fama, el dinero, la posición social y todos los demás placeres de los que puedo gozar. A mis cortos 16 años he vivido muchas cosas, nada malas por suerte. Padres millonarios y viviendo la vida que me merezco. Me...