Karol: Luego te diré, ahora debemos deshacernos de este auto.
Caro: ¿Y en qué andaremos?
Karol: Déjame pensar... ¡Lo tengo! Debemos chocar este auto y dejarlo donde sea.
Caro: ¿Y a dónde nos iremos?
Karol: A un hotel y no uno de cinco estrellas, amiga, debemos sacrificarnos un poco... Y daremos nombres falsos.
Caro: Pero nos pueden identificar con los números de tarjeta o describiéndonos.
Karol: Ok, ya arreglo eso —quedé pensativa.
“¿Cómo rayos me deshago de ese idiota sexy?”.
Caro: ¿Qué tanto estarías dispuesta a sacrificar por no ir a ese internado? —preguntó.
Karol: En este instante, todo. ¿Qué tienes en mente?
Caro: Efectivo, pagar con efectivo. Cambiarnos el look algo rápido y fingirnos lesbianas.
Karol: Bien, hecho. Ya estás aprendiendo —chocamos las manos.
Caro: Bien, me dirijo hacia un salón que nos cambien el peinado, luego vamos a una tienda alejada de la ciudad para la ropa y sacamos dinero de las tarjetas, pero, espera... ¿No te las han cancelado ya?
Karol: Ay, Caro. Una debe estar preparada para situaciones como esta. Hice una tarjeta a mi nombre únicamente sin el más mínimo contacto con mis padres a una cuenta sin límite.
Caro: Eres una genio.
Karol: Sin halagos, por favor —dije riendo.
Nos dirigimos a una peluquería.
Karol: Caro, ¿qué es este lugar? —le susurre.
Caro: Aquí trabaja un amigo mío que fue despedido del salón que voy hace unos meses.
Karol: Dime que no lo despidieron por hacer un mal corte.
Caro: No. La jefa lo halló en el baño dándose jalones con otro chico.
Caro y yo soltamos una carcajada. Entramos.
Bennie: Caro, cariño. No pensé que vendrías aquí —le dió doble beso.
Caro: Es que mi amiga y yo queremos un cambio de look radical pero muy calladito.
Bennie: Soy una tumba. Hola, hermosa —se dirigió a mí.
Caro: Karol, él es Bennie.
Karol: Hola... ¿Podemos hacer esto rápido?
Bennie: Por acá.
Ambas nos sentamos frente a los espejos. Bennie me atendió a mí y otra chica a Caro.
Bennie: Dime... ¿Qué tan radical lo quieres?
Karol: Rojo, flequillo y liso. ¡Es todo!
Bennie: ¿Estás segura? Tienes un hermoso cabello castaño y ondulado.
Karol: ¿De quién es la cabeza? ¡Hazme lo que te digo pero ya!
Bennie: Ok. Ok. —comenzó a cepillarme el cabello.
Caro: Negro y corto...
Karol: ¡Mierda, Caro!
Caro: ¿Qué pasa?
Karol: Existen las malditas pelucas... Gay, tráenos una peluca roja, con flequillo y lisa y una negra y corta. ¡Pero ya!
Bennie salió corriendo a buscar las pelucas.
Caro: ¡Y no te quedes con nadie en el baño!
Bennie regresó y nos puso las pelucas.
Karol: Maldito, gay. ¡Te dije liso!
Bennie: L-lo siento. Los rizos están de moda y creí que...
Karol: ¡Cállate! ¡Vámonos, Caro!
Caro y yo salimos.
Bennie: ¡Pero son $500!
Caro: Bennie, no andamos con efectivo. Prometo pagarte pronto.
Subimos al auto y huímos del lugar y fuimos a una tienda, compramos ropa normal pero de otro estilo, luego echamos a andar el auto hasta que chocó con un árbol en un parque, salimos corriendo y caminamos unos 20 minutos.
Caro: Pero que discreto.
Karol: Entre más grande más se les dificultará hallarnos.
Nos tomamos de las manos y entramos.
Recepcionista: Buenas noches, señoritas. ¿En qué podemos atenderlas?
Karol: Mi novia y yo queremos pasar una noche candente. Denos una pinche habitación.
Recepcionista: (tecleando) ¿Con registro o anónimas?
Caro: Anónimas.
Karol: Pero que tímida eres, mi reina, así no te portas en la cama.
Caro: Es que mi lado salvaje sólo es para tí.
Recepcionista: ¿Tarjeta o efectivo?
Karol: Tarjeta —saque mi tarjeta especial.
Caro: Tus padres no saben de la existencia de esa tarjeta, ¿cierto?
Karol: No tienen ni idea. Ahora actúa lésbica o no nos creerán.
Recepcionista: Aquí tienen, señoritas. Sus llaves. Botones, por favor guíelas a su habitación.
Seguimos al idiota botones, subimos al décimo piso y entramos a la habitación.
Caro: Si quieres que hagamos el amor debes convencerme —bromeó.
Karol: Loca. ¿Qué hora es?
Caro: Cuatro de la mañana.
Karol: Nunca pensé decir esto pero, Caro, debemos dormir.
Caro: Está bien.
Nos quitamos la ropa y usamos una más holgada que habíamos comprado y nos recostamos en la cama, luego de unos minutos nos quedamos dormidas.
A la mañana desperté.
Karol: ¡Caro! —la desperté.
Caro: ¡No, Ruggero, no estamos en el hotel Flamingo! —dijo exaltada.
Dí una carcajada.
Karol: Caro, que negra conciencia tienes, ya ni duermes bien.
Caro: ¿No nos hallaron?
Karol: ¡No! Lo logramos, amiga.
Caro: Bien, voy a darme una ducha. Llama a recepción para que nos manden el desayuno.
Karol: Bien —tomé el teléfono que estaba al lado de la cama.
Recepcionista: ¿Hola?
Karol: Quería ordenar dos órdenes de desayuno imperial, por favor.
Recepcionista: Si, señorita —colgó.
Salté de la cama y me paré sobre ella, me quité la camisa quedando únicamente en ropa interior y comencé a bailar como loca, Caro salió en una bata.
Karol: ¡Ganamos!
Caro se lanzó a la cama conmigo y comenzamos a saltar sobre ella.
Caro: No nos llevarán a ese estúpido internado.
(Se abre la puerta)
Ruggero: No estés tan segura... —entró.
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Niña Mal
FanficLas fiestas, la ropa, los chicos, la fama, el dinero, la posición social y todos los demás placeres de los que puedo gozar. A mis cortos 16 años he vivido muchas cosas, nada malas por suerte. Padres millonarios y viviendo la vida que me merezco. Me...