Sobrevivir o Morir

Capitulo 2: Esto apenas comienza

Estaba en shock, no sabía que hacer, miraba la sangre en mis manos, en mi ropa y me sentía destruida.

—Juliette ¿Que haremos ahora?— La voz de Sophie me saco de mis pensamientos.

—Debo ver a mi hermano— Me puse de pie y baje al laboratorio que había en casa, vi a mi hermano recostado en la camilla, respirando muy rápido y sudaba de tan alta que estaba su temperatura.

—Ron ¿Como te sientes?— Me acerque para sujetar su mano.

—Horrible— Aún sonreía a pesar de su situación.

Sin querer Sonreí también.

—Duele mucho— se quejo — ¿Y tu, cómo estás?

—Apenas pude salir.

—Lo que importa es que estas aquí — Su sonrisa me tranquilizó, sabía que aún lo tenía pero no por mucho —¿Que fue lo último que te inyectó mi padre?

—Lo dejo en aquella mesa— Ron se veía muy pálido y hablaba con esfuerzos.

—Esto hará que duela menos —inyecte el medicamento en el suero.

Observe las pantallas que mostraban la actividad cerebral de Ron, revise varios papeles sin encontrar lo que buscaba.

—A menos que... —Susurré.
Me acerque a Ron que se había quedado dormido. Salí del laboratorio y vi a los chicos en la sala.

—¿Como esta?—Noah fue el primero en preguntar.

—Apenas y puede respirar— No quería que ellos supieran lo que estaba por hacer.

—Escuchamos lo que dijo tu padre. Es cierto, tu puedes hayar la cura —Jay se veía muy confiado.

—Intentare, sólo debo encontrar sus anotaciones. Se hace tarde, vengan les daré ropa y deben limpiarse toda esa sangre.

En el segundo piso, Jay y Noah se quedaron en el cuarto de invitados, Mackenzie y Sophie dormían en mi habitación.

—Gracias por la ropa Jul— Mackenzie se divertía probando toda la ropa de mi closet.

—Descuida— Tome un libro de los muchos que tenia —Estaré con mi hermano, las veo mañana.

Aun seguía con el uniforme lleno de sangre, solo me había quitado el suéter y la corbata, active la alta seguridad que mi padre había puesto en casa, las puertas y ventanas quedaron cerradas por cortinas de hierro y enseguida baje con mi hermano. Extrañamente la casa era como un búnker, lo pensaba pero no quería creerlo, mi padre sabía que todo esto pasaría y por eso hizo lo que hizo, me preparo y me entreno para esto, deje de pensarlo cuando volví al laboratorio junto a mi hermano.

Ron respiraba cada vez mas lento
—¿Como te sientes hermano?

—La sangre es tuya— Estiró su mano para tocar mi ropa.

—Por fortuna no.

—Siento que la cabeza me hierve por dentro —Era devastador verlo así, debía estar sujeto a la camilla por si enloquecía antes de tiempo.

—Voy a sacarte un poco de sangre— Abría una jeringa.

—Deberías descansar— Mi hermano se preocupaba demasiado por otras personas.

—Estoy cansada pero, quiero estar contigo.

—Por eso te admiro sabes
—¿Por que?— Pregunté llena de curiosidad.
—¿Por que? —rió— No importa lo que este pasando, tu siempre permaneces de pie como una reina en ajedrez, siempre analizas las opciones que tienes y terminas eligiendo la que ayudé a los demás y no a ti, admiró tu valentía y determinación.