Capítulo 15

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No podía creerme lo que acababa de recordar, yo era una stripper y trabajaba para Edgar, el padre de mi novio. No. No. No. Aquello era imposible. No podía ser. «Seguro que ha sido solo una pesadilla» me repetía a mí misma, como si eso fuese a hacer que fuese más real, como si eso hiciese que olvidase aquel espantoso recuerdo.

No tenía ni idea del tiempo que había pasado dando vueltas de un lado a otro de la cama pensando en ello. Finalmente, me levanto de un salto y salgo de la habitación. Tenía que encontrar a Ryan, tenía que hablar con él y preguntarle si aquello era cierto. Salgo de la habitación con tanta rapidez que me choco con alguien y un montón de prendas salen volando por los aires, cayendo después al suelo.

– Lo siento –murmuro algo desconcertada.

– No se preocupe, señorita –dice la dulce voz de Matilde, quien me miraba con una sonrisa en el rostro.

– Déjame ayudarte –digo a la par que me agachaba para recoger la ropa que había caído al suelo por mí culpa.

– No es necesario, no se moleste, ya lo hago yo, señorita –insiste la amable voz de Matilde.

Apesar de ello decido no hacerle caso, pues había sido yo quien había causado que se cayeran todas las prendas al suelo. Una vez tengo la ropa recogida y correctamente doblada y colocada en un montón, se la entrego.

– No es ninguna molestia, se ha caído por mi culpa y por favor Matilde, llámameSarah –digo dedicándole una pequeña sonrisa antes de desaparecer por el pasillo.

Comienzo a buscar a Ryan por toda la casa, ¿dónde se podría haber metido? Primero miro por las habitaciones de la planta de arriba. Todas ellas eran enormes, con las paredes cada una de un color y con las sábanas de la cama a juego. A continuación, me dirijo a la cocina, aunque dudaba que lo fuese a encontrar allí pero tenía algo de hambre y ya que estaba aprovechaba para coger algo de comida, casualmente había una caja de dónuts de chocolate sobre la mesa de madera; después voy al salón, pero no había ni rastro de él. Al final lo encuentro en el spa, ¿por qué no había comenzado a buscarpor ahí?

Ryan se encontraba en la piscina de aguas termales nadando, aunque encuanto se percata de mi presencia sale del agua para acercarse a mí, llevaba un apretado bañador de color azul marino. Las gotas de agua caían desde sus despeinados cabellos morenos, por su desnudo y marcado torso hasta el suelo, empapando este. Se veía realmente sexy, pero estaba demasiado enfadada en ese momento como para fijarme en ello.

–¿Ocurre algo, preciosa? –pregunta con una sonrisa algo pícara. Era increíble que no se diese cuenta de que no estaba para tonterías en aquel momento.

– ¿Yo era stripper,Ryan? –inquiero totalmente seria, sabiendo que aquella respuesta era la última que se hubiese imaginado.

Se estaba poniendo algo nervioso ante mi pregunta, había comenzado a morderse el interior del labio y jugaba con sus manos; dándome a entender de aquel modo que yo estaba en lo cierto, no había sido ninguna pesadilla.

– ¿Qué has recordado? –pregunta intentando mostrar cierta tranquilidad.

Se estaba acercando a mí, pero yo no quería que lo hiciera, no ahora, así que a cada paso que daba hacia delante, hacia mí, yo retrocedía otro y pareció entenderlo, puesto que se paró en seco.

– Lo suficiente –digo con un tono algo frío y distante, a la vez que lo fulminaba con la mirada.

– Permíteme dudarlo, cariño –dice guiñándome un ojo– si así fuera, no estarías enfadada y posiblemente te estarías riendo de la situación.

¿A qué se refería? ¿Habría algo más que yo no recordaba? Aquella situación cada vez me gustaba menos, si ya era horrible no recordar nada, recordarlo a medias era incluso peor; toda situación cambia sacada de su contexto.

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