Habían pasado ya un par de días desde que disparan a Edgar, jamás había visto a Ryan tan preocupado -y si lo había visto, no lo recordaba-no teníamos ni idea de quién le había disparado, ni el porqué lo había hecho, pero seguro que lo acabaríamos descubriendo, algo dentro de mí me decía que así sería y que no tardaría.
Edgar no había recibido ninguna visita en las dos semanas que habíamos pasado ahí, lo cual era bastante raro, teniendo en cuenta que casi toda la ciudad le conocía y tenía innumerables contactos por todo el mundo, a los que nos les convenía que muriera. Aunque como bien me había dicho Ryan, aquello era normal, pues todos tenían sus antecedentes o las sospechas de la policía y no era conveniente que encima los relacionasen.
Estábamos en el hospital, esperando a que el doctor nos indicara si Edgar ya podía irse a casa o no, por lo visto estaba mejorando con mucha rapidez. Por suerte aquella bala no había causado daños irreversibles y había sido más el susto que los daños; solo le había rozado, lo cual, dentro de lo que cabía, era bueno. Habíamos intentado hablar con él, por si tenía alguna idea sobre quién podría haberle disparado, pero el doctor nos sugirió que era mejor esperar para eso, puesto que aunque estuviera estable y no hubiera riesgo, Edgar estaba muy alterado y no era conveniente, debía recuperarse antes de volver a conspirar.
Ya empezaba a oscurecer y el doctor no había pasado por ahí en todo el día, cosa rara, ya que solía pasar cada dos horas aproximadamente. Ryan paseaba de punta a punta de la habitación y a mi me estaba poniendo de los nervios.
- Ryan,¿por qué no te vas a casa a descansar y cuándo sepamos algo te llamo? -propongo, aunque imaginaba que la respuesta sería negativa sin haberla oído siquiera.
Tal y como esperaba, me mira, pone los ojos en blanco y suspira, como si pensara que acababa de decir la mayor locura que había escuchado en mucho tiempo.
- Bueno,pues deja de dar vueltas o ves al baño a lavarte la cara y despejarte -sugiero poniéndome cada vez más nerviosa de verle a él tan impaciente.
Vuelve a mirarme, pero esta vez asiente, antes de girarse y entrar en el baño. Escuchaba el agua del grifo caer. Dirijo la mirada hacia Edgar, quien estaba durmiendo, mientras me preguntaba si le darían el alta hoy o tendríamos que esperar a mañana.
Entonces,sucede. Un humo de un color muy extraño inunda la sala y me entra un repentino sueño, intento resistirme a dormir, pero no lo consigo, no consigo ni gritar para pedir ayuda. El sueño me invade y no puedo decirle que no.
«Era un día gris, no dejaba de llover, por lo que mi madre no nos había dejado salir ni a Eric ni a mí, aunque al menos había conseguido que viniera Emma. Estábamos en mi habitación y Eric no dejaba de llamar a la puerta para que le abriera, pero yo no quería que entrara; Emma era mi amiga, no la suya, aunque como siempre, ella me dice que le da penita y que le deje entrar. Yo siempre me metía con ellos diciendo que se gustaban y ellos se ponían rojos y lo negaban, pero eso solo hacía que yo estuviera más segura de que aquello era cierto. Porque primero, Emma era muy buena con todo el mundo, sí, pero casi siempre prefería que estuviéramos solas,menos cuando se trataba de Eric; y segundo, Eric siempre pasaba de estar conmigo, menos cuando venía Emma, que no había forma de echarle.
Habíamos puesto "Querido John" la película preferida de Emma, yo la odiaba pero en la votación, Eric se había puesto de su lado, como no... yo quería ver X-Men, pero claro, eso a Emma no le gustaba...
Me estaba quedando medio dormida durante la película y puede que me durmiera durante un rato, ya que al abrir los ojos, pude ver como los otros dos se estaban besando. Emma se pone colorada y se aparta de Eric y susurra algo que creo entender que es "Eric, ¿qué haces? Tú hermana está aquí, a saber que diría ella de esto"Yo cierro los ojos, haciéndome la dormida para que no sepan que me había enterado de lo que acababa de pasar, pero en ese instante suena un fuerte portazo. Abro los ojos sobresaltada y veo que Eric ya no estaba, seguro que le habría dicho algo como "a mi hermana eso le da igual, pero tú no quieres admitir que te gusto", no lo había oído, pero conocía a mi hermano y a mi mejor amiga,además, que ya le había oído decir eso antes, pero no sabía a quién se lo estaba diciendo ya que se trataba de una llamada telefónica, ahora ya lo sabía.»
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¿Quién soy?
Misteri / Thriller¿Qué harías si despiertas una mañana en un hospital sin recordar siquiera cómo te llamas? Eso es lo que le pasa a Sarah Johnson, ella solo quiere recuperar su vida, su identidad, recordar quién es y saber por qué acabó en aquel hospital, pero poco a...