Stupid (Hwang Hyunjin) (1ra Parte) [TERMINADA]

09

- Te ayudaré a abortar pero este será nuestro pequeño secreto- dijo Misuk mostrándome el meñique con una sonrisa en su rostro.

Asentí uniendo mi dedo con la de ella, aunque no muy convencida porque me daba un poco de miedo.

Entramos y Misuk fue directo junto a un ginecólogo en especifico de aquella clínica, como si lo conociera. Me hicieron todo tipo de exámenes para luego acostarme en una camilla, el doctor puso un gel frío sobre mi vientre y para luego poner el aparato de ecografia dejándonos ver a un feto de dos meses aproximadamente. Prácticamente ya estaba bien desarrollado y sus latidos se oían haciendo que mi corazón se comprima.

Todos en el hospital me veían como si me estuvieran juzgando, al verme con el doctor de obstetricia sabían que estaba embarazada y mi rostro era definitivamente el de una chica muy joven así que les hacía saber a todos que me había embarazado a una muy corta edad.

Todos me jugarían si es que continuaba con el embarazo, esto era lo correcto.

Me llevaron al quirofano y mientras me anestesiaban la imagen de Hyunjin besando mi vientre me vino a la cabeza y una lagrima se deslizó de mi ojo izquierdo.

Sentí como algo era introducido dentro mio haciendo que me doliera demasiado, ¿era tarde para arrepentirme?

Lo siento mucho, fue lo que pensé antes de quedarme dormida.

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Unas horas despues ya estaba en el departamento de Misuk. Me dolía demasiado mi abdomen y mi parte baja pero era relativamente poco el dolor pues estaba tomando los analgésicos.

- Acomódate, yo saldré un rato con mis amigas- dijo Misuk con una ropa diferente. Tenia una falda negra a cuadros ajustada que se combinaba con un saco y un crop top blanco junto a unas botas largas de cuero.

Misuk era realmente hermosa y su dinero ayudaba a que sea elegante pero con un toque atrevido muy diferente a mi, que usaba pantalones cortos y remeras simples. Estoy casi segura de no haberla visto nunca repetir el mismo vestuario.

Se colocó un labial rojo intenso y salió dejándome sola.

Alguien como yo, que acaba de pasar por un ruptura amorosa, un aborto y una transición, no debía de estar sola. Podría suicidarme pero era muy cobarde para eso.

Encendí la televisión en un programa de variedades para que mis pensamientos no se desvíen mientras reposaba para evitar algún sangrado.

Después de aproximadamente dos horas viendo solo la televisión, fui a bañarme y me acosté, intentando dormir pero lo único que logre fue pensar en el dolor que sentía y en Hyunjin, esperando a que estuviera acostado pensando en mi al igual que yo. Deseaba que no pudiera dormir que tuviera, por lo menos hoy, un poco de insomnio pero conociéndolo, quizás este en alguna fiesta con sus amigos o jugando en su computadora.

¿Me cambiaría tan rápido como lo había hecho con su ex? Me pregunté con las lagrimas fluyendo de nuevo. Claro que lo haría, no es como que fuera muy especial, solo era su amiga y él tenia bastantes.

Lloré hasta el cansancio y al despertar me encontré a Misuk tomando un té y con una mascarilla puesta. Me dolía mucho más mi parte baja pues el efecto de la anestesia se había pasado.

- No vuelvas a tener sexo sin protegerte- dijo Misuk mientras usaba su celular-. Los chicos son tan imbéciles que se aferran a que no se siente lo mismo con o sin condón. De todos mis novios pasados, tu hermano es el primero que se cuida pero si te llegas a encontrar con un chico igual a tu ex, más te vale que utilices anticonceptivos porque abortar cuesta mucho.

La escuchaba con la cara sonrojada de la verguenza y ella hablaba como si fuera algo normal.

Se levantó de la mesa y fue hasta un cajón de donde quito una caja.

- Tomalos uno por día a la misma hora, no te saltes ni uno solo- dijo pasándome la caja-. En esa cajón siempre lo encontrarás, tomalos cuando desees de todos modos para mi es gratis.

- No los necesitaré- dije caminando lentamente hacia ella.

Claro que no volvería a acostarme con otra persona. El amor de mi vida ya no estaba conmigo, no le seria infiel, lo lastimaré si me acuesto con otra persona que no sea él. Y haber abortado era tan traumatizante, que ni siquiera al dormir descansaba pues tenia pesadillas con lo ocurrido.

- Recuerdo cuando era como tú, ingenua, tonta y que creía en el amor- rió metiendo la pequeña caja en mi bolsillo-. Algún día lo superaras y verás que follaras de nuevo todos los días, esto solo fue un pequeño error.

La escuchaba pero por dentro me molestaba escuchar sus palabras. Mi hermano era su novio y conocía a Yeo Jun, él cuando tenia novia, la tomaba muy en serio, era sensible y cuidaba mucho a sus novias.

Supongo que eramos parecidos.

- Ah llamé al director de mi preparatoria, me dio la noticia de que este año no podrás ir pues ya no es tiempo de inscripciones y también les avisé a tus padres, pero los conoces mejor que yo, no volverán a meterte en la preparatoria en la que estabas así que te tomaras el año como descanso. Fue tu primer novio supongo, así que es el que más duele pero eso no significa que dejarás de ser feliz. Yo te ayudaré- dijo sonriendo aunque su ayuda me daba miedo.

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Un mes después...

El tiempo pasaba tan lentamente que dolía. Los días se mantuvieron monótonos.
Despertaba a las ocho de la mañana, desayunaba mientras veía la televisión, ponia la ropa a lavar, pintaba o escribía frases de motivación para pegarlo a mi armario por una hora, colgaba la ropa, limpiaba la casa por dos horas, preparaba mi almuerzo, almorzaba, dormía cuatro horas, descolgaba y plancha a mi ropa, veía alguna serie por tres horas, cenaba y de nuevo me dormía llorando hasta el día siguiente.

Como el sueño no me consumía rápidamente, solía quedarme viendo el cielo atravez de la ventana pensando en que si no me permitía amar a Hyunjin, quizás mi vida no se hubiera perdido tanto. Otras ocasiones solo pensaba en que quizás ambos estábamos destruidos viendo el mismo cielo.

Tenia dos pensamientos totalmente contrarios pero a la vez semejantes ya que siempre se trataba de Hyunjin.

Había días en las que no tenia fuerzas para mi rutina así que me quedaba dormida sentada en la ventana. Esperaba horas sentada en aquella ventana viendo la calle, esperando que algún día viniera, tampoco era tan difícil saber donde estaba, pero él nunca llegó.

Quizás ni siquiera me buscó, cuando yo lo buscaba en todos los rostros que veía.

Gracias por leer y apoyar el libro💜