Stupid (Hwang Hyunjin) (1ra Parte) [TERMINADA]

18

Otro día empezaba, hacia calor así que me puse un vestido con sandalias para ir a la universidad.

Cuando llegué, vi a Minho a lo lejos pero no lo saludé, no quería que sintiera verguenza de que alguien como yo lo saludaba frente a sus compañeros así que seguí mi camino.

Hasta que algo me sorprendió...

Minho me abrazó por la espalda ante todos en la universidad haciendo que me dé vergüenza ajena pero sin perder mi oportunidad de oler su hermosa fragancia cuando puso su mentón en mi hombro desnudo.

- Hola Minho- dije bajando la mirada.

- Hola, __________- dijo depositando un beso en mi mejilla.

- No me abraces ni beses demasiado, me podría acostumbrar y si te alejas, me sentiré una malcriada- dije haciendo que se separe de mi.

- Tus padres nunca te dieron cariño sincero, ¿verdad?- me volteé a verlo incrédula por sus palabras-. A veces las personas que se aferran a otros por cosas simples como esto, es porque su familia no les demostró que aquello es un simple acto y que no deberían de ser comparados con los actos de amor. Un abrazo, una caricia o un beso, no siempre significan lo que crees. Los abrazos y besos te lo puede dar cualquiera, no deberías de aferrarte a eso sino al sentimiento que te pueda transmitir.

- Eso lo sé perfectamente..- dije recordando cada encuentro espontaneo que tuve.

Cientos de besos y caricias sin sentimientos, fríos como hielos y yo era expertas en darlos.

- Pero soy tu amigo como lo dijiste ayer y no pienso alejarme de ti incluso si me lo pides. Me gusta dar cariño a quienes quiero y tu eres una de esas personas, _________- dijo caminando a mi lado-. Sé que te lastimaron pero admiro lo amable que sigues siendo conmigo incluso cuando solo alejas a las demás personas. Eso hace que no pierda las esperanzas...

- ¿Esperanzas de qué?- reí.

- De que algún día te guste...- me dio un beso en la frente y se despidió con la mano para ir a su clase.

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Dos semanas después...

Minho dejó de acariciar mi cabello así que levanté mi cabeza de sus piernas lentamente para ver qué hacía.

Dormía...

Minho se había quedado dormido mientras veíamos la película. Se veia adorable con la boca semi abierta.

Podría quedarme viéndolo todo el día.

Me salí del  sofá para ayudarlo a acostarse.

Era la primera vez que un chico se quedaba a dormir en el departamento.

Apoyé su cabeza en una almohada y lo cubrí con una de mis sabanas.

Minho era tan lindo conmigo que parecía ser un ángel.

Acaricié su rostro despacio, no quería despertarlo pero era lo que siempre quise hacer desde que somos amigos.

Pasé mi pulgar por su nariz delineadolo, ¿cómo era posible tener una nariz tan perfecta sin cirugía? Mis dedos se deslizaron hasta terminar en sus labios rosa pálido con perfecta proporción.

Acerqué mi rostro sin pensarlo demasiado.

Quería besarlo, quería saber si podría sentir de nuevo esa chispa que con solo una persona lo logré pero no pude.

Minho abrió los ojos viéndome como si fuera normal estar así de cerca.

- ¿Me vas a besar?- preguntó Minho con tanta tranquilidad que no lo reconocía- hazlo. Pero sé que no tienes las agallas para hacerlo. Tienes miedo.

- ¿Y qué si lo hago?- me acerqué un poco colocando mi mano en su mentón para tener más accesibilidad, sintiendo como nuestras respiraciones se daban pequeñas caricias.

Quería besarlo...

- Estaré feliz porque sabes que eso cambiaría las cosas- sonrió de lado.

No puedo hacerlo...

Solté su rostro dejándome caer sentada en el suelo.

Minho se sentó en el sofá viéndome finamente. Podía notar como sus pupilas estaban dilatadas haciendo que tenga un aspecto felino.

- Nadie sospechara que estoy aquí y que no fui a mi departamento. Así que...- se bajo al piso acercándose a mi como si fuera su presa.

No podía moverme al verlo de ese modo. Siempre me pareció tan puro e inocente que verlo en esta faceta solo me dejaba tiesa.

- No compliques nuestra amistad...- susurré sin poder dejar de verlo.

Se posicionó sobre mi sin tocarme.

- Tú puedes hacerlo ¿pero yo no puedo?- preguntó acercándose a mi rostro haciendo que mi cuerpo retroceda hasta estar acostada en el piso- Solo nos queda dar un último paso.

Se acercó más y cuando me iba a besar, volteé la mirada y sus labios se posaron sobre mi mejilla haciendo que una corriente me llegó hasta el abdomen y me sienta mareada.

- No puedo...- susurré cerrando los ojos- No puedo hacerlo realmente.

Minho se dejó caer sobre mi cuerpo sin lastimarme, poniendo su cabeza entre mi cuello.

- ¿Qué necesito hacer para que me quieras, _________?- preguntó y pude notar su voz algo quebrada.

- Vamos a mi cama. Dormiremos mejor ahi- dije empujándolo hasta quedar libre para levantarme y darle mi mano para levantarlo.

Apagué la televisión y lo llevé a mi habitación.

Apagué la luz y cerré la puerta. No quería verlo al rostro y tampoco que él se sintiera cohibido por lo que había hecho hace unos segundos.

Me acosté sin decir nada dejándome un espacio al otro lado.

Minho dudó unos segundos pero luego sentí la cama hundirse a mi lado.

Mi habitación nunca se había sentido tan fría hasta ahora.

Le daba la espalda a Minho sin decirnos nada.

Podía sentir cierta tensión entre ambos hasta que sentí su brazo posarse en mi cintura para luego atraerme hacia él quedandonos en una posición muy comprometedora.

Lo sentía totalmente pegado a mi cuerpo sin intensiones sexuales, haciendo que ese frío que sentía ahora era calmado por su cuerpo. La posición en la que estábamos parecía comprometedora pero extrañamente me sentía acogida, amada y comprendida.

- Te quiero, ________, descansa- habló Minho posando un beso en mi cabeza para luego suspirar.

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