——————————CAPÍTULO ONCE
Familia materna—————————
EL GRAN DÍA DEL BAILE DE Navidad estaba muy cerca por lo que la mansión de los Malfoy estaba comenzando a ser decorada para dicho evento. Los elfos y las elfinas corrían de un lado para otro, asegurándose de que todo fuera tomando forma. Lucius y Narcissa Malfoy los guiaban, aunque las criaturas sabían perfectamente lo que tenían que hacer sin que el matrimonio tuviera que decirles algo.
A pesar de lo que se pudiera pensar, no todos en la casa estaban demasiado entusiasmados con la idea. Los hermanos Malfoy, Draco y Dianne, tenían que reservar varias horas de su tiempo libre para repasar los protocolos junto a una institutriz que era de los más repugnante. Quizás por eso era tan buena amiga de su padre, pues aquella mujer era el sinónimo de horrible en persona.
Lo único que hacía que los rubios no se arrancaran el pelo a mechones por el estrés, era la presencia de sus amigos. Daphne y Blaise resultaban ser de gran ayuda cuando se mostraban saturados por la presión que sus padres depositaban sobre sus hombros. Aunque ambos amigos no sabían lo que era representar no solo a una gran familia de sangre puras, sino a dos, podían llegar a empatizar y ponerse en el lugar de los mellizos. Por eso, las demás horas que no estaban estudiando, se las pasaban entretenidos.
Aunque el Quidditch no estuviera permitido en Hogwarts para niños de primero, los cuatro Slytherin se pasaron buena parte del tiempo volando en escobas y practicando diferentes posiciones. Todo el material se lo había mandado su tío Lestrange, y aunque lo aborrecían profundamente, al menos tenían una forma de distraerse de la inminente llegada del baile de Navidad. Y, practicar aquel deporte juntos les hizo ver que no eran tan malos en él. Seguramente podrían formar parte del equipo de su casa de Hogwarts, a pesar de que Snape fuera un poco exigente a la hora de elegir a los jugadores. Estaban seguros de que con un poco más de entrenamiento, serían dignos de formar parte.
Dianne se encontraba junto a Daphne en su habitación. La rubia estaba sentada en su cama, acariciando la cabeza parda de su lechuza mientras escuchaba a su amiga hablar. La pelirroja caminaba por la habitación, mientras le hablaba sobre distintos tipos de vestidos. Hacía pocos minutos que Narcissa les había dicho que anotaran como querían sus vestidos, y Daphne por poco había entrado en crisis. Por su parte, a la rubia le daba igual; su madre sabía perfectamente cuál era su estilo, solo preguntaba por cortesía.
En ese mismo instante, Dark giró su enorme cabeza hacia la enorme ventana de la habitación y clavó sus enormes ojos amarillos en ella. Unos segundos después, soltó un agudo chillido que asustó a ambas niñas, aunque una lo exteriorizó más que la otra. El ave hizo un gesto con las alas, mientras mantenía la misma posición.
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Dianne y la piedra filosofal¹ ✓
Fanfiction★𝟎𝟎𝟏. 𝐃𝐈𝐀𝐍𝐍𝐄 𝐘 𝐋𝐀 𝐏𝐈𝐄𝐃𝐑𝐀 𝐅𝐈𝐋𝐎𝐒𝐎𝐅𝐀𝐋 "𝙉𝙤 𝙨𝙚𝙖𝙨 𝙡𝙤 𝙦𝙪𝙚 𝙩𝙤𝙙𝙤𝙨 𝙚𝙨𝙥𝙚𝙧𝙖𝙣 𝙙𝙚 𝙩𝙞, 𝙨𝙞𝙣𝙤 𝙡𝙤 𝙦𝙪𝙚 𝙩𝙪 𝙦𝙪𝙞𝙚𝙧𝙖𝙨 𝙨𝙚𝙧." | Desde que tiene memoria, a Dianne siempre le han exigido, mucho más qu...