09 | Monte Weather

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—Allí. Lo veo—señaló Raven, apartando los binoculares de sus ojos, Dione los agarró y miró hacia donde lo hacía Raven.

—Va a anochecer pronto. No localizaremos las trampas. Deberíamos acampar aquí y partir al amanecer—Dione dejó su mochila en el suelo.

—Perdimos a dos. ¿Dónde diablos están?—preguntó Abby—Estamos en territorio enemigo, sus vidas son mi responsabilidad.

—Fueron a buscar una entrada—dijo Clarke.

—Una entrada. Clarke, se no es el objetivo de esta misión.

—Es para ellos.

—Búsquenlos. Tráiganlos de regreso—los guardias asintieron y se alejaron. Finn agarró un arma y caminó detrás de ellos.

—Iré con ellos.

—Finn, espera. Te necesitamos aquí.

—¿Para qué? ¿Para que puedan vigilarme?—miró a Clarke—Tendrías que poder mirarme para hacer eso.

—Finn...

—¿Qué creen que voy a hacer?—él tiró el arma al suelo.

—Iré por él—dijo Clarke siguiéndolo.

Dione miró cómo los animales escapaban del bosque y la niebla ácida apareció. Todos sacaron sus carpas y se escondieron en ellas, Dione agarró su radio y habló por ella.

—¿Clarke?—esperó unos segundos, pero no se escuchaba nada—¿Clarke, me escuchas? ¡Mierda!

—Está bien, seguro encontraron algún lugar donde esconderse—dijo Patrick.

Dione se dejó caer en el suelo y cerró sus ojos, esperando a que la niebla desaparezca. Luego de unos minutos se quedó dormida, pero despertó al escuchar gritos.

—¡Dione!—alguien abrió su carpa y miró a Raven—La niebla se fue, vamos.

Vió como Abby abrazaba a Clarke.

—¿Bellamy y Octavia?—preguntó Clarke.

—Saben que nos reuniremos aquí.

—¿Intentaste llamarlos por la radio?

—Sigue interferida—dijo Raven.

—No derribaste la torre—murmuró Clarke.

—Raven descubrió una manera para escuchar a Monte Weather. Si sacamos la antena, no podremos hacerlo.

—¿Qué hay de las otras estaciones del Arca?—preguntó Finn.

—No sabemos si lo lograron. Lo que sabemos es que 47 de los nuestros están prisioneros en esa montaña. Y los sacaremos—Abby volvió a abrazar a su hija. Raven se alejó—¿Qué rayos son tú y Dione?—escuchó Dione y se acercó un poco.

—Solo somos amigas.

—Pero las amigas no saben cuál es tu sabor—dijo Dione acercándose a ambas, Clarke abrió sus ojos como platos y le hizo una seña de que se callara, pero la castaña sonrió divertida—¿Recuerdas? Cuando tus labios me desnudan, mi boca enganchada a la tuya.

—Dione, basta—la castaña rió y se alejó.

—¡Ayuda!—escucharon que gritó alguien.

—Quédese aquí, Canciller—los guardias corrieron y buscaron a la persona que gritó.

—Levanta las manos—Jaha salió de entre los arbustos, golpeó el arma de uno de los guardias.

—Thelonious—él cayó de rodillas, mirando el campamento.

𝐒𝐓𝐑𝐎𝐍𝐆 ──── 𝐂𝐋𝐀𝐑𝐊𝐄 𝐆𝐑𝐈𝐅𝐅𝐈𝐍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora