11 | Infiltrados

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Mientras Raven les decía lo que tenían que hacer, Bellamy y Dione discutían por quién iría a buscar la fuente de la niebla ácida.

—Ya basta, Bellamy, deja de ser tan terco y acéptalo, yo sí entró en ese túnel.

—Pero yo también, y soy más fuerte—Dione levantó una ceja mientras cruzaba sus brazos.

—Pues entérate de una vez por todas...—acercó su boca a la oreja del moreno—Eso me importa una mierda—susurró con una sonrisa y se alejó—No hagas nada estúpido mientras vuelvo.

—¿Cómo puedo? Te llevas todas las estupideces contigo—Dione bufó con una sonrisa y caminó detrás de Maya. Entraron en la enfermería y Maya sacó una rejilla que estaba en la pared.

—Solo tienes que hacer lo que te dice Raven—Dione asintió y saltó para poder entrar.

—Muy bien, dinos dónde estás ahora—dijo Raven por la radio.

—Estoy en una intersección, ¿ahora por dónde voy?

—Dione, creo que estás cerca. El laboratorio debería estar adelante—Dione miró los diferentes túneles frente a ella.

—¿Podrías ser más específica?—de repente se escuchó un taladro—No importa. Lo tengo.

Se acercó a una rejilla y vió como le sacaban sangre a alguien taladrando su estómago.

—¿Listo para él últimos tratamientos que necesitará, Teniente?—preguntó una doctora acercándose e inyectando la sangre en el brazo de un hombre.

—No te lo imaginas. Esperé toda mi vida para respirar aire limpio.

—Volvamos a ese ejército secreto que ella dice tener. ¿Te dijo algo que pueda ayudarnos a encontrarlo?—preguntó otro hombre acercándose. Volvieron a taladrar el estómago del muchacho—Deja de taladrar, por favor.

—El tiempo de extracción tras la muerte es muy corto.

—Solo necesito un minuto.

—No, señor. No dijo nada sobre el ejército. Dijo que vendría por usted, y que si dejamos que su gente se vaya, ella dejará que la nuestra viva.

—Es un poco tarde para eso.

—Lamento haber fallado, señor—uno de los hombres movió su mano con indiferencia.

—Está bien. Esta noche terminaremos el trabajo. Whitman acaba de llamar por la radio. Al parecer, el consejo se reunirá esta noche en una de sus aldeas, y todos los líderes estarán allí.

—Señor, me siento bien. Permítame ir con un equipo para apoyar a Whitman.

—No, tiene menos posibilidades de ser descubierto si está solo.

—Señor, Whitman es bueno, pero no puede eliminar tantos objetivos él solo.

—Es por eso que usaremos un misil—Dione contuvo su respiración y se quedó tan inmóvil como pudo—Y esta vez no fallaremos.

Dione dió media vuelta y se alejó de allí.

—Por favor, díganme que escucharon todo.

—Lo oímos—dijo Clarke y Dione suspiró. La castaña miró hacia arriba cuando escuchó pasos y vió a un hombre caminando, volvió a arrodillarse y se escondió—Si voy ahora, puedo llegar a tiempo.

—A tiempo para explotar, querrás decir.

—Cuando vuelva, quiero saber que nuestros amigos están a salvo y que la niebla ácida desapareció. ¿Puedes ocuparte de eso?

𝐒𝐓𝐑𝐎𝐍𝐆 ──── 𝐂𝐋𝐀𝐑𝐊𝐄 𝐆𝐑𝐈𝐅𝐅𝐈𝐍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora