𝐒𝐓𝐑𝐎𝐍𝐆 ──── 𝐂𝐋𝐀𝐑𝐊𝐄 𝐆𝐑𝐈𝐅𝐅𝐈𝐍

19 | Dolor

Dione cerró sus ojos y apretó el mango de su cuchillo cuando encontró a Clarke sentada en su cama, se acercó a ella y la rubia levantó su mirada.

—Lárgate, Clarke.

—¿Crees que no sé que no soy bienvenida? No necesito que Harry y tú me lo estén repitiendo cada día. Además, ¿yo qué le he hecho a él? No le he hecho nada—habló Clarke levantándose mientras los ojos de Dione se cristalizaban.

—¿Y a Patrick? ¿A Callum? ¿A Jasper? ¿A mí?—levantó el cuchillo y Clarke sostuvo su mano con fuerza—Tú no sabes todo el daño que les hacías cuando me dañabas a mí. No tienes ni puta idea... de el infierno que es para ellos saber que aún estás con vida. Que respiras el puto mismo aire que nosotros también respiramos. Te puse de pie cuando caíste de rodillas, así que dime... ¿cómo se siente estar allí arriba? Teniendo tanto poder sobre mí. ¿Sabes? Fui yo quien te puso allí. Pero quiero que te quede claro, Clarke, yo siempre voy a proteger a los míos.

—No te quiero, Dione. Deja de arrastrarte de una maldita vez—susurró Clarke soltando su mano y caminando hacia la puerta, pero Dione la acorraló contra la pared.

—Pero tú si eres experta en arrastrarte, ¿no? Con Finn, con Lexa. Tú sí. Para que luego causes sus muertes.

—Al menos ellos me quisieron una vez. Pero a ti te ha querido alguien, ¿Dione?—la castaña bajó la mirada—Creías que siendo la más inteligente, la más ruda, la número 1 en casi todo te iban a querer.

—Cállate.

—Pero no te quiere nadie—Clarke estiró su cuello para poder estar más cerca de ella—Te tendrán envidia. Miedo. Asco. Por eso no te quieren, y por esto estás sola—Dione empezó a sollozar.

—No. ¡Cállate!—se impulsó hacia adelante y chocó contra el cuerpo de Clarke, que chocó contra la pared. Ambas se quedaron sin aliento y se separaron lentamente, mirando el pecho de cada una, y deteniéndose en el de Dione al ver el cuchillo enterrado cerca de su corazón.

—No. Lo siento. Lo siento—susurró Clarke mientras lloraba, pensando en hacer algo, pero no pensó en nada más que en la sangre que se expandía por la camiseta de Dione.

—Lo sé—murmuró ella y salió de la habitación tambaleándose, pero había mucha gente ocupada como para votar a verla, de repente logró ver a Patrick riendo a lo lejos junto con Harry, caminó hacia ellos pero un hombre la empujó y ella cayó encima de un vidrio, rompiéndolo al instante mientras las personas volteaban a verla.

—¡Dione!—ambos se acercaron corriendo a ella, empujando a las personas que se acercaban. Patrick apretó la herida después de lanzar el cuchillo lejos, manchándose las manos con sangre. La cargaron y corrieron con ella entre sus brazos hacia la enfermería, pero la mirada triste de Abby al ver que no podría hacer nada hizo que el corazón de Patrick se estrujara—Largo—susurró, pero nadie se movió—¡Fuera!

Cuando estuvieron sólo ambos, Patrick arrastró una silla y se sentó a su lado, tratando de no romperse y llorar.

—El búnker estaba lleno de cadáveres—habló con su voz rota.

—¡Que terrible!—susurró Dione haciendo una mueca de dolor cuando trató de acomodarse en la camilla.

—Lo siento mucho, Dione, no sé cómo hacer esto...

—Oye—la castaña agarró su mano—Lo estás haciendo... muy bien—Patrick asintió y apartó su mirada mientras apretaba sus labios, que temblaban ligeramente.

—Te quiero.

—Yo también...—titubeó, deteniéndose para tomar aire con dificultad—Yo también te quiero.