10 | Dentro

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Dione miró hacia todos lados cuando Lincoln atravesó el pecho de un animal con una lanza y empezó a cortarlo, manchándose la cara de sangre. Dione y Bellamy se miraron.

—De acuerdo. Vamos a cruzar la puerta... sin que los destripadores nos vean. ¿Qué pasa después?—dijo Bellamy con su ceño fruncido.

—Yo mato a todos y ustedes se escabullen dentro. Dame la piedra caliza—Lincoln dibujó tres rayas blancas en su cara—Vámonos. Tenemos mucho terreno que avanzar.

—Hey. Necesito saber qué pasa cuando estás adentro.

—Te quitan la ropa, te vayan con agua caliente y te drogan con algo que quema aún peor. Ahí te seleccionan. A unos los etiquetan cosecha, a otros Cerberus, te hacen destripador.

—Cerberus, el perro de tres cabezas, el guardián del inframundo—dijo Dione y ambos lo miraron—Patrick nos leía sobre mitología todo el tiempo, Callum amaba escuchar todo eso—la castaña sonrió mirando el suelo.

—Necesito preguntarte algo—dijo Bellamy deteniéndose—Protegiste a mi hermana incluso antes de conocerla... ¿por qué?

—Cuando era pequeño, vi una nave caer del cielo, como la de Raven. El hombre dentro de ella estaba herido, su cuerpo estaba destrozado. No podía sacarlo.

—Suicidio por Tierra. Oí las historias en la Guardia, no sabía que eran verdad.

—Le llevé comida, agua. Todavía no hablaba el lenguaje del enemigo, y no podía entenderlo, pero yo quería. Al tercer día le dije a mi padre—se quedó en silencio unos segundo, con la mirada perdida—Y me hizo matarlo. El mundo ha intentado hacerme un monstruo desde que tengo memoria. Debemos seguir—dijo y corrió.

—Espera. El estacionamiento donde te encontramos... está al norte, hacia allá—dijo Bellamy señalando un lugar a lo lejos.

—Hay una vieja mina cerca de donde los destripadores nos entregan. Iremos al inframundo cuando tengamos que hacerlo... no antes.

Ambos vieron cómo, después de unos minutos, Lincoln se agachó para agarrar un tronco, sacó unas cuerdas y ató sus manos a este. De repente Lincoln se detuvo frente a la entrada de una cueva.

—Vamos. Hagámoslo—susurró Dione dándole un pequeño golpe a Lincoln en el hombro y entraron.

Dione entrecerró sus ojos cuando la luz potente de las lámparas iluminaron su cara, cuando se acostumbró siguió caminando, pero Lincoln se detuvo. Ambos voltearon a verlo confundidos.

—¿Por qué nos detenemos?—Lincoln pisó un frasco, rompiéndolo, con la mirada perdida—¿Estás bien?

—Tan pronto como abran las puertas, atacamos, no tienen que cerrarse. Cuando mueran, ustedes entran. Haré que parezca que escaparon. Y ya adentro...

—Lo sé—interrumpió Bellamy.

—¿Por qué nos detenemos?—Lincoln pisó un frasco, con la mirada perdida—¿Estás bien?

Los tres voltearon al escuchar gritos y vieron cómo unas antorchas iluminaban parte de la cueva.

—Otro grupo de destripadores—Lincoln empezó a desatar sus manos.

—¿Qué haces?

—Hay que volver, es la única forma.

—¿Volver? De ninguna manera.

—Son tres, tal vez cuatro.

—Podemos pelear, no tendremos otra oportunidad—dijo Dione.

—Creí que podrían hacerlo, pero yo no puedo. Se acabó.

𝐒𝐓𝐑𝐎𝐍𝐆 ──── 𝐂𝐋𝐀𝐑𝐊𝐄 𝐆𝐑𝐈𝐅𝐅𝐈𝐍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora